SINOPSIS
Val
Cuando tenía nueve años, FUI A MI PRIMER FUNERAL. Además de aceptar la muerte de mi papá, tuve que aceptar verdades nuevas y terribles para las que no estaba preparada.
Cuando tenía diecinueve años, fui al funeral de mi mamá. No éramos unidas, pero cuando ella se fue, ME QUEDÉ MÁS SOLA QUE NUNCA.
Claro, tengo un medio hermano que dirige LA ALIANZA, y sí, me ha brindado su protección en forma de guardaespaldas y chófer, pero no tengo a nadie que realmente me conozca, nadie que realmente me ame.
HASTA QUE LO CONOZCO A ÉL. EL HOMBRE EN EL AEROPUERTO.
Y cuando un encuentro casual se convierte en algo más apasionante, algo más serio, me permito creer que tal vez él sea el indicado. Quizás este hombre sea quien finalmente me salve de mi soledad, el que me dé la familia que siempre he anhelado.
Harry
LA MAFIA ESTÁ EN MI SANGRE. ES LO QUE HAGO.
Entonces, cuando se derrama esa sangre y un funeral se convierte en tres, es necesario tomar medidas drásticas.
Y cuando esta batalla se convierta en guerra, necesitaré más hombres. Más poder.
VOY A NECESITAR A LA ALIANZA.
Y me convertiré en un miembro por cualquier medio necesario.
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Los parientes son las personas con las que nacemos.
La familia son las personas que elegimos mantener cerca.
PRÓLOGO
Val
9 años.
Parece extraño que tanta gente, incluso cuando no está hablando, pueda hacer tanto ruido.
Tacones resonando sobre los suelos de madera pulida. Los lo siento susurrados. El wosh de las faldas.
Mis dedos se enredan en mi falda negra.
Mamá dijo que me la compró nueva, pero sé que no es cierto. Tiene ese olor, el que tiene la ropa cuando viene de esa gran tienda llena de cosas viejas de otras personas, pero la sacudí un montón, y creo que saqué el olor, al menos en su mayor parte.
Aprieto la tela con más fuerza.
La mayoría de las personas aquí son adultos y sé que se visten de manera diferente a los niños, pero aún me siento... fuera de lugar. Como si no perteneciera aquí, pero eso es estúpido porque...
―Valentine ―sisea mamá, manteniendo la voz baja.
Miro hacia abajo y me doy cuenta de que accidentalmente me subí la falda hasta las rodillas. Puedo sentir su movimiento antes de verlo y logro apartar mi brazo justo a tiempo para evitar uno de sus pellizcos.
No me atrevo a mirarla. Sé que me mirará entrecerrando los ojos de esa manera, así que rápidamente pongo mi falda en su lugar y me siento más erguida, cruzando las manos sobre el regazo.
El banco está duro debajo de mi trasero y tengo que luchar contra la necesidad de moverme.
Este es mi primer funeral.
La iglesia es enorme. Es mucho más grande que cualquier lugar en el que haya estado, y luce tal como se ve en las películas. El techo súper alto y las ventanas coloridas. La gente vestida toda de negro con sus voces murmuradas. Los elegantes arreglos florales a ambos lados del brillante ataúd, y el retrato gigante de papá enmarcado en oro.