La peli-rosa estaba en el comedor lavando los últimos utensilios para después guardarlos cuando recordo qué el peli-rojo no habia bajado a desayunar, entonces se dispuso a preparar un desayuno, se coloco un delantan rosa, sacando utensilios de nuevo, se dispuso a preparar unos panqueques acompañados de un jugo natural de naranja, lavo los utensilios que ocupó para después colocar el desayuno en una vasija, suspiró con pesadez pues esperaba que el Kazekage no le rechazará su comida, a Sakura le llamo la atención el kazekage en un momento de la Cuarta Guerra Ninja, el tenía facciones mas maduras, sus ojos tenian un brillo particular. Un dia mientras caminaba por la aldea de Konoha escucho en rumores que al Kazekage se le habría hecho atractiva una ninja medico de konoha de un cabello con un tono particular, todos rumoreaban que se trataba de la discipula de la quinta Hokage, Sakura. La peli-rosa sonrio para si misma y se dirijio a la oficina del Kazekage con la vasija en sus manos, antes de entrar se encontraba un guardaespaldas el cual la detuvo.
- Nombre y asunto - Cuestiono el guardaespaldas mirando con detenimiento a la chica delante de el, era hermosa sin duda.
- Sakura Haruno, ayudare a Gaara con la organización de sus deberes y además le traje el desayuno - Sonrió ampliamente mostrando el contenido de la vasija en sus manos.
- Asi que usted es la señorita Haruno, mucho gusto y una disculpa por la formalidad.
- No se preocupe, entiendo perfectamente, y es muy importante que Gaara tenga protección las 24 horas del día.
- Por cierto, muchas gracias por traer el desayuno a la oficina del Kazekage, todos los días se salta el desayuno - Suspiro con pesadez el guardaespaldas.
Se acerco a la puerta de la oficina para abrirle paso a la peli-rosa y entrar a la misma, Sakura observo la oficina en orden, en la pared de el lado derecho se encontraban retratos de los anteriores Kazekages, mientras que en el lado izquierdo habia una gran pintura de la aldea de Sunagakure, en medio estaban el Kazekage y sus hermanos, Temari y kankuro, quienes estaban a los costados de el peli-rojo, frente a ella se encontraba una mesa con un florero de cristal que contenía unas lindas peonias aún si estás eran artificiales, a los costados de la mesa se encontraban dos comodos sillones de un tono beige con cojines esponjosos, y al fondo se encontraba el escritorio del kazekage, lleno de pilas de papeles, este al escuchar la puerta abrirse levanto su vista, viendo fijamente a la peli-rosa con la vasija en sus manos.
- ¿Temari me mando desayuno? - Pregunto desconcertado, pues su hermana sabía que no le gustaba comer en su oficina.
- Oh, esto, lo preparé para usted, Gaara-Sama, escuché que no desayuno y me preocupé. - Confeso la peli-rosa mirando a un costado de el Kazekage con un leve sonrojo en sus mejillas.
- Así qué tu lo preparaste.- La peli-rosa asintió aún sin ver al chico delante de ella - Dejalo sobre esa mesa, lo comeré en cuanto firme este documento. - Le dedicó una sonrisa leve a la peli-rosa la cuál volvió a asentir.
- No soy la mejor cocinando pero hice lo mejor qué pude, Kazekage-Sama. - Rio nerviosa colocando la vasija en la mesa.
- No suelo desayunar, aún así, muchas gracias por precuparte. - Se levanto de su escritorio para caminar a dónde estaba la peli-rosa
- No es nada, es mi deber atenderlo y procurar su bienestar en mi estancia en Suna. - La peli-rosa dio una reverencia de 90° mostrando el respeto al kazekage de la aldea.
- No te molestes con las formalidades, llamame solo Gaara. - Algo apenado el peli-rojo tomo un poco de jugo viendo a la peli-rosa delante de el - Sabe delicioso, Saku-ra. - Sonrio landino sin perder de vista a la chica delante de el.
La peli-rosa se sonrojo totalmente ante la entonación qué había usado el chico para referirse a ella, no se imaginaba que este se acordara de el nombre de ella después de tanto tiempo.
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SUNAGAKURE
AcakUna misión encargada a el equipo siete se convierte en una experiencia para la peli-rosa del equipo ---- ✿ ---- Esta es mi primer historia, me encanta el shipp de Gaara y Sakura, lo que me inspiró a escribirla fue el no ver la variedad de historia...