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ESTABA SALIENDO de la empresa de mi padre. El era un ejecutivo comercial, muy conocido por el país.
Nuestra economía era muy buena, se podría decir que somos millonarios, aún que mi familia no es muy unida.
Aún que el lugar donde se encontraba el local no era nada tranquilo, había ladrones, y venta de droga de todo tipo. Era normal ver a la policía.
Estaba pasando por un puente que estaba en malas condiciones cuando siento que me sujetan el brazo con fuerza atrayendome hacia el. Había pasado siempre por ese lugar, hasta era un lugar seguro mío, pero nunca me pasó esto
--¡Que te pasa! --anuncie molesta.
Pero al darme cuenta que era un chico. Se veía que sustancias consumía por su cara y aspecto.
--Señorita me podría dar cien dólares -- Dijo en un tono seco y serio.
Le tenía que dar dinero porque no sabía las intenciones de aquel chico que no lo veía mayor que yo. Estaba sacando me billetera cuando de repente siento que al acercarse me apoya con un arma, justamente en mi utero subiendo a mi corazón. Pasaba lentamente, el nerviosismo se apoderaba de mi, no sabía cómo reaccionar por su movimiento . Al acercarse al último mencionado sentí como mis latidos se volvían fuertes duros y rápidos, sentía como poco a poco se me fue la respiración.
-- Pibita vendrás conmigo o será peor --Dijo cerca de mi sentido auditivo.
Me agarró del mismo brazo y me jalo fuertemente caminando a una construcción abandonada. Su aspecto era deplorable había bastantes latas de gaseosas, cervezas y refrescos también habían botellas de cerveza o alguna bebida con alcohol.
Había jeringas votadas tanto dando a entender que se drogaban o les daba una sobre dosis.
Al entrar estaba negro un olor repugnante estaba en mi nariz.
-- Iván, traje a la rubia --. Sentí un impulso me hizo caer en un colchón junto a un chico que estaba en las mismas condiciones que el otro.
Tenía miedo de que me hagan algo, atentar con mi vida era lo más posible que podía pasar, pero como dijo me conocían, sabían quién era ¿Sabían que podria hacer mi padre al respecto? Se morirían por la sentencia.
Para decir verdad mi respiración se volvió descontrolada, tenía miedo de lo que me podría pasar en este lugar.
Al lado del chico que según es ""Iván"" había bolsas con un polvo, todos muy bien ordenados, una botella de fernet. Lo que llamo mi atención fue su brazo está con una venda azul, en el otro brazo una jeringa en su mano.
-- Podes retirarte Rodrigo.--su voz era como atrapar a alguien era muy establecida y sería, sabía lo que hacía.--Bueno rubia, por fin, estás acá.--
Acarició mi mejilla con su mano en la cual estaba la venda.
No salían palabras de mi, no sé qué hacer, quiero gritar lo suficientemente para que afuera me escuchen para que sepan la mierda que los podría hacer mi padre. Pero en el final si lo mire, su mirada tenía un vacío porque estaba oscura. No me miraba estaba mirando atentamente afuera, por la puerta.
De la nada siento como se hecha en mi, ¿Tenía más intenciones de mi? ¿Que quería hacerme? ¿Porque me trajeron aquí? Muchas preguntas estaban en mi cabeza al ver que me tapo los oídos por fin grite. Era muy desgarrador.
Al darse cuenta que grite me tapo la boca con un pañuelo, mi vista empezó a nublarse, estaba llorando pero mi cuerpo se empezaba a cansar y cerré los ojos.
Aún podía escuchar a mi alrededor el estaba cubriendo me de algo, hasta que escuché un gran estruendo.
Un pitido se convirtió en una melodía, voces gritando ayuda.
No entendía por qué gritaban tan desgarrada mente, no entendía nada lo que pasaba a mí alrededor pero sentir como alguien me estaba cargando.
No entendí nada después de eso.
EMOCIÓN | CONFUSIÓN
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