𝗕𝗥𝗔𝗩𝗘 ━━ 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗵𝗼𝘂𝘀𝗲

PRÓLOGO

DJ siempre fue un niño curioso, algo que para la vista de sus padres era algo normal para su edad de seis años. Aún así, parecía tener una obsesión por observar al vecino de al frente llamado Horace Nebbercracker. Su casa parecía vieja, casi vieja como si fuese una casa abandonada que horrorizaba a los niños pequeños que pasaban por allí.

Pero no lo espiaba por la casa, lo espiaba porque era un hombre malhumorado que siempre se quedaba con las cosas de los niños que se atrevían a tocar el timbre en halloween o solo por pisar su césped sin intención.

El anotaba en su papel el horario y las cosas que se robaba. Siempre le habló de aquellas situaciones a sus padres pero nunca lo tomaron en serio, solo lo hizo su mejor amigo Chowder.

Ahora se encontraba en su habitación, acostado en su cama tirando una pelota diminuta hacia arriba jugando con ella a atraparla por el aburrimiento.

Todo terminó cuando escuchó voces parlanchinas que venía de afuera. Se levantó, se asomó por la ventana y tomó su telescopio. Puso su ojo allí y observó a una niña castaña utilizando su triciclo junto a su hermano más pequeño.

Sonrió un poco al reconocerla. Esa niña era su vecina y lamentablemente nunca supo su nombre. Siempre le pareció una niña interesante, por lo cual, tenía un 'crush' con ella, siendo el objetivo de burlas de su mejor amigo. La mayoría de veces que la había visto la niña lo saludaba con cierta ternura y el se lo devolvía con una sonrisa feliz porque era la primera niña que no lo ignoraba.

Pero la sonrisa se borró al instante al ver como el hermano chocó con una mala construcción del sendero y cayó dando vueltas hacia el césped de Nebbercracker.

—¡Mike!— exclamó su vecina corriendo hacia el sin importar la advertencia del cartel.— ¿Te sientes bien? Debemos movernos rápido de aquí si no quieres que...

—¡Fuera de mi césped!— la voz de Nebbercracker sonó y el castaño se levantó rápido por el susto.— ¡Larguense!

—¡Fue sin querer!— gritó la fémina.— ¡Se tropezó porque usted no arregla la senda!

Nebbercracker tomó el triciclo del menor y el niño comenzó a llorar.

—¡No!— la niña agarró el triciclo y lo jaló hacia ella pero el hombre era más fuerte así que lo soltó y cayó. Nebbercracker lo rompió y caminó hacia la puerta.— ¡Es de mi hermano!— se levantó y lo tomó del brazo.— ¡Nebbercracker esto es injusto!

—¡Alejate de aquí, mocosa!

—¡No hasta que me dé el triciclo!

—¡Suéltame!— la empujó y de nuevo impactó en el césped.

El hombre entró a su casa y la pequeña suspiró rendida. DJ salió de su habitación, bajó las escaleras y salió de su casa yendo hacia ellos.

—¿Se encuentran bien?— preguntó.

La castaña miró al chico y sonrió al saber quien era.

—Si... si, menos mi hermano.— se alejaron del césped.— Odio a ese viejo.

DJ rió un poco.

—Creo que todos los niños opinan lo mismo.

—Y tienen razón.— sus manos limpiaron su ropa para sacar las hojas.

—Hay que ser valiente para enfrentar a Nebbercracker.— dijo DJ.

—Mi abuela siempre destacó eso en mi. Me llamo Emily Grace y el es Mike, mi hermano pequeño. ¿Y tú eres...?

—Dustin James Walters, pero me dicen DJ. Un gusto.— se presentó.

—¿Sabes qué, DJ? Algún día nos vengaremos de los juguetes robados por Nebbercracker. Haremos justicia por ellos que no tienen voz.— exageró y DJ rió ante su voz de suspenso.

—¿A tí también te interesa esto?

—No es que me interese, pero se metieron con mi hermano, así que... un poco de rencor le tengo a Nebbercracker.

—Bueno...— caminaron lejos de la casa, cruzando la calle donde estaba el hogar de los hermanos Grace.— Yo siempre vigilo a Nebbercracker y siempre anoto lo que se roba.

—Ojalá ayudarte en eso. Es interesante lo que haces.— halagó la niña.

—Eres la primera que me lo dice... todos me tratan como loco.— suspiró.

—Si te tratan loco a ti y no a Nebbercracker, claramente hay algo mal allí.— puso su mano en su hombro.

DJ sonrió.

Y a partir de ahí, los dos comenzaron a ser mejores amigos.