[DJ WALTERS x OC FEMALE]
"Hay que ser 𝙫𝙖𝙡𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚 para enfrentar al viejo malvado del vencindario... pero aún más si te enfrentas a una casa poseída"
[FANCAST]
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Los tres esperaban a Jenny. En el pequeño transcurso de los minutos, DJ notaba que su mejor amiga había cambiado su semblante... sentía que no le había caído bien el último comentario de Chowder, o así se imaginaba o quería creer el.
Aún sentía que era insuficiente para una chica tan hermosa como Emily Grace.
La puerta se abrió y miraron hacia allí.
—Y no volvió a creerme.— suspiró la pelirroja cerrando la puerta.
—Los adultos son un poco...— Chowder comenzó a hacer sonidos con su axila haciendo que las chicas se asquearan.
El rubio ante el silencio dejó de hacerlo.
—Okay... normalmente no pierdo mi tiempo con chicos como ustedes, solo vine porque Emily era la única chica de aquí. Pero como una casa intentó comerme, les doy una hora.— unos ladridos hicieron que los cuatro fueran hacia la ventana para observar.
El canino estaba al frente.
—Aww, un perrito...— el perro se puso sobre el césped para hacer pis.
—Oh oh...
La alfombra agarró al perro y se lo tragó impactando a los niños.
—No esperaba esto.— negó Chowder.
—Okay...— miraron a la pelirroja.— Es tiempo de llamar a la policía.— anotó y llamó.
Al finalizar bajaron para esperar mientras caminaban hacia la casa.
—¿Se dan cuenta de lo que pasará esta noche?— habló Emily.
—Cientos de niños tocando esa puerta.— dijo DJ.
—Esperen, esperen, esperen. Creo que están exagerando, chicos.— miraron al rubio.— Es decir, piénsenlo, solo un total de descerebrado entraría a la casa del viejo Nebbercracker.
La puerta se abrió y allí apareció la pelota de basquet de Chowder picando.
—¡Mi balón!— exclamó intentando correr hacia el.
—¡No!— negó Emily agarrandolo junto a DJ.
La parte de la escalera picaba la pelota a propósito queriendo llamar su atención hasta detenerse. La pelota giró lentamente hasta mostrar un rostro negro sonriente y escalofriante.
—...Esto será una masacre.— dijo y la sirena de la policía hizo que volteen.
—Al fin vino la policía.— los niños se acercaron.
—Niños, espero que valga la pena, estaba luchando con una garra de oso cuando me hablaron.— el oficial rió.
La voz saturada por el microfono del hombre moreno hizo que se quejaran y se taparan los oídos.
—Ya están cerca del auto.— lo regañó.— Es un novato, es su primer día.
—Eso no importa... oficial, tenemos razones para creer que hay una criatura peligrosa dentro de esa casa.— apuntó Emily cambiando palabras para que les creyeran.
