𝐒𝐏𝐀𝐑𝐓𝐎𝐑 | A los dieciséis años, Andrés, fue vendido por su propio padre a los traficantes de omegas a una alta cantidad de dinero para pagar sus deudas. Estos lo volvieron a vender a un adinerado alfa.
Desde que llegó, Andrés, sufrió maltrat...
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El tan esperado día llegó, Andrés se sentía nervioso no porque se estaba arrepintiendo de escapar, al contrario estaba seguro de que lo haría, más bien porque tenía miedo de lo que puede llegar a pasar, si en medio de la fuga, Liam lo atrapaba y lo volvía a torturar o incluso matarlo a él, a Ari, por ayudarlo y traicionar a Liam, o incluso a su pequeño Thiago.
Se encontraba en su habitación esperando a que lo llamen para bajar, daba vueltas de aquí para allá dentro de esta, estaba tan concentrado en su mundo que soltaba sus feromonas inconscientemente. Tanto así que tampoco se dió cuenta que Gonzalo tocaba la puerta de su habitación, que al no obtener respuesta entró por inercia* , siendo inundado por las feromonas del contrario, si bien no le molestaba el aroma a vainilla y limón.
—¿Andrés?
Volvió a nombrarlo sin obtener respuesta. Se acercó hasta el castaño tocándole el hombro y llamándolo nuevamente. Andrés se sobresaltó por obvias razones.
—¿Ari? ¿Qué haces aquí?
Preguntó.
—Eh... Vine a asegurarme de que estés bien, y avisarte que él te llama. —se excusó.
—No me digas que ya es hora. —respondió.
El pelirrojo asintió, no sin antes preguntar un "¿Estás seguro de esto?"
—Estoy más que seguro, hoy es la única oportunidad que tengo...
El Omega lo dijo con un tono algo desanimado, no porque se arrepintiera, sino porque temía que algo salga mal. El mayor al notar el desánimo de Andrés no dudó en tratsr de animarlo.
—Ey, Andy, no te preocupes, sé que todo saldrá bien no te preocupes. ¿Ok?
—Bien, espero que todo salga bien.
Pronto ambos adultos se quedaron conversando para repasar si plan, sin darse cuenta que otra presencia se acercó a ellos, irrumpiendo su pequeña charla y lograr que casi los descubran.
—Recuérdalo Andrés, eso es lo que tienes que hacer ¿Sí?
—Si, lo tengo todo clar-. —el castaño no logró terminar su frase cuando otra voz lo interrumpió
—¿Tienes todo claro qué, Andrés?—preguntó, con cierto tono de molestia—. ¿Interrumpo su linda conversación?
Era evidente el sarcasmo en aquella pregunta que demandó Liam, haciendo que tanto Andrés como Gonzalo se pusieran nerviosos temiendo que Liam los haya descubierto.
Rápidamente Gonzalo se apresuró a responder, pero Liam se adelantó.
—No me respondan, solo diganme porque mierda tardas tanto en bajar Andrés, mis invitados nos están esperando. —demandó con evidente molestia.
—Lo siento, señor Liam, fue mi culpa, quise asegurarme de que Andrés esté bien.
Se apresuró a decir el pelirrojo recibiendo una mirada por parte de Liam.
