𝐃𝐚𝐲𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 ; Theodore Nott

𝑇ℎ𝑖𝑟𝑡𝑒𝑒𝑛

Hazel Potter

—Sí, en serio —afirmé, con una sonrisa.

Lo siguiente que supe fue que él había estampado sus labios con los míos.

—Siempre supe que te gustaba —comentó.

—No siempre me gustaste —mentí, él me seguía besando.

—Ya claro, y yo soy un Hufflepuff —rodó los ojos—. Bueno, tengo que decir que me gusta como se te ve la ropa que llevas, pero me gustaría más si no la tuvieras y también si estuvieras con tus lindas piernas abiertas.

Me empezó a quitar la blusa y el sujetador.

Fue una noche bastante larga, tengo que decirlo, pero lo que más me gusto fue olvidarme de que todos existían y pasar la noche con la persona que con la que más quería.

[...]

Después de unos días, Astoria seguía sin hablarme, sabía perfectamente que sí le hablaba a Pansy, más que todo para decirle que yo era una zorra.

Eso te lo imaginas tú en tu momento menos esquizofrénico.

Tal vez, pero no creo que Pansy no haya mencionado que me perdonara.

Theodore y yo estábamos oficialmente saliendo, todos en Hogwarts lo sabían por los rumores, y aunque algunas chicas incluso hablaran bastante fuerte y claro de que no pegábamos ni con goma —además de criticarme en mil idiomas—, no me importó.

Perra la que puede puede.

Eso, eso.

Daphne también formaba parte de esos grupos de chicas, nada más que lo de ella si me importaba más, puesto que antes éramos amigas y todo cambió por un estúpido chico.

Ni tan estúpido si es tu novio ahora.

Lo bueno, es que ya estaba decidida a pedir perdón y que con suerte, ellas se disculparan también.

Siempre fui de las personas que aunque no haya hecho algo malo, se disculpaba.

Nada más que ahora sí lo hiciste.

Ya cállate.

Si bien Pansy, Astoria y yo compartíamos habitación, Astoria se mudó a la de Daphne. De verdad no quería verme ni en pintura.

Pues claro-

Nadie te pidió que opines.

Nidi ti pidi qui ipinis, ush.

Al final de la última clase del día con Mcgonagall, le pedí a Pansy que me siguiera y me ayudara con ellas. Astoria probablemente me perdonaría, Daphne... probablemente me odie un siglo más.

—¡Tori, Daph! —las llamó Pansy, mientras corríamos tras de ellas.

—¿Qué se supone que quiere esta? —preguntó Daphne con mala cara.

Ya empezamos mal.

—"Esta" tiene nombre —rodé los ojos.