Mi pequeña ardillita.

6. Epilogo.

6 años más tarde.
Lisa se despierta por los saltos en su cama, sonríe al ver a su hermosa rubia viéndola con una sonrisa burlona y maliciosa.

-Buenos días mi ardillita.- Saluda Lisa.

-buenos días mami, quiero, quiero ir al parque.- Responde Rosé.

-Y si salimos a nadar, hoy tengo muchos asuntos que resolver.- Explica Lisa levantándose de la cama y tomando en brazos a la rubia.
-Vamos a vestirte apropiadamente.-la rubia sonríe y pega su nariz a la de Lisa que sonríe al sentir la cálida nariz de su novia, dándole un tierno beso en la punta de su nariz.

-Esta bien.- Dice Rosé sonriendo y pegando su nariz al cuello de la pelinegra.
Lisa la viste y luego regresa a su habitación a cuando escucha los pies descalzos de Rosé atravesando el corredor sonríe.

-¡Lili!-Llama Rosé golpeando la puerta.

-Ya voy pequeña ya voy.- Responde Lisa sonriendo, la pelinegra abre la puerta y abraza a Rosé, la toma en brazos y camina hacia el enorme jardín la sienta en un columpio mientras ella hacía llamadas de sus negocios.

-Kim, hoy esperamos un cargamento, lleva al novato contigo, ese chico no me da buena espina, y encárgate de
jubilar a Chin.- Ordena Lisa mientras columpiaba a Rosé.

-Lili, hazme caso.- Se queja la rubia.

-Lo se bebe, pero necesito hacer llamadas de trabajo.- Le avisa Lisa, para luego llamar a una de sus empresas legítimas.
-Señor Lee, necesito los reportes de venta del mes en curso, trimestral y el semestral, además del balance general.-Lisa daba órdenes mientras veía a Rosé balancearse con sus piernas, y no puede evitar sonreír por lo adorable que era.

-Si señora.- Lisa dejó de escuchar, ya estaba aburrida, a ella de verdad no le interesaba nada de la empresa.

-Que hagan lo mismo los de la central y los del norte, ayúdame a concentrar la información y envíamela a mi correo.-Dice Lisa cortando la llamada.

-Vamos a nadar.- Dice Rosé bajando corriendo del columpio y corre a la alberca con su ropa nadando haciendo reír a Lisa.

-¿No crees que debiste ponerte tu traje de baño?- Pregunta Lisa.

-No.- Responde Rosé con tono infantil.

-Bien solo un rato más tenemos que comer.- Le dice Lisa, Rosé sale de la alberca aceptando la idea de alimentarse.
La rubia se cuelga del brazo de la pelinegra mientras caminan al interior de la casa, Lisa que estaba ahora mojada rodea con su brazo a la más baja que ella.
-Rosie, gracias por hacerme feliz.- le dice Lisa para luego besar la frente de Rosé.

-Yo soy feliz contigo Lili.- responde Rosé.
-¿Porque sonríes?-Pregunta Rosé.

-Porque se que siempre estaremos así, felices, soy feliz con mi bebé ardilla.- Se ríe la rubia.

🐿️¡Espero que hayan disfrutado esta historia, nos vemos en la próxima!🐥