#8 El poder de la comida

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Después de comer, de nuevo se subieron a sus motocicletas para regresar de nuevo a la ciudad. México debía separarse del grupo para poder dejar a Rusia de regreso al centro comercial. Sí por él fuera, la llevaría sin rumbo hasta que caiga la noche; pero ya llevan casi dos horas juntos y será mejor regresar antes que sus guardaespaldas comiencen a buscarla y no la encuentren.

Jamaica: Fue un gusto conocerte –aprovecharon la luz roja del semáforo para despedirse– Espero te haya gustado

Rusia: fue una gran experiencia

Cuba: Cariño, sí esto te gusto, te gustarán otras actividades que realizamos

R. Dominicana: eso sí es que la dejan salir

Cuba: no seas pesimista, tal vez y si pueda

Rusia: no lo sé. Pero si me gustaría

Haití: cuando quieras. Puedes mandarme un mensaje por cualquier cosa –le dijo coqueto–

México: si bueno, es hora de irnos. Nos vemos luego –la luz cambió a verde y dobló en la siguiente esquina que da a la avenida que lleva al centro comercial.

Se estacionó nuevamente donde habían partido anteriormente. Él bajo primero y después ayudó a la chica a bajar también.

México: Espero te haya gustado

Rusia: me gustó, fue algo emocionante

México: eso me alegra –abrió la entrada y dejo pasar a Rusia como todo un caballero–

Rusia: gracias por el viaje. Debo regresar a casa

México: por supuesto. Te acompaño

Rusia: que amable

México: oye, ¿No van a sospechar nada?

Rusia: porque lo dices?

México: sí les dijiste que fuiste de compras, van a preguntar el porque no llevas bolsas o algo así

Rusia: ahh, ¡Es verdad! Tengo que comprar algo –busca con la mirada alguna tienda de ropa. ¿A cual de todas entraría?

México: no te compliques tanto. Solo compra un bolso, una blusa o zapatos, que se yo

Rusia: ayúdame a elegir entonces

México: está bien. Vamos

Ambos entraron a la primer tienda que vieron y caminaron al área de belleza femenina donde Rusia agarró algunos esmaltes y un poco de maquillaje. Luego paso al área de accesorios donde tomó unas diademas, ligas para el cabello, aretes y pulseras.

México: ¿Vas a tomar alguna prenda?

Rusia: no creo. Ya tengo demasiada ropa –ahora iba a las cajas a pagar– estás cosas las suelo regalar a mis hermanas y sobrinas

México: oh, ya veo. Es un bonito detalle de tu parte

Rusia: je, gracias

—buen día señorita. Serían 640 pesos por todo

De su pequeño bolso, sacó su cartera y sacó su tarjeta de crédito con el que pago la cuenta.

—gracias por su compra, que tengan una bonita tarde

Agradecieron el gesto de la chica y ahora sí, caminaron hasta el estacionamiento que cuenta la plaza. La primera vez que vinieron ya no había lugar y por eso, tuvieron que estacionarse afuera de la plaza.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2024 ⏰

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¡Quieren Separarnos! (MexRus) PAUSADA POR UN TIEMPO XDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora