Extra 1 - No te pongas nerviosa

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Jisoo

No te rías, no te rías, me repetía en la mente.

Rosé estaba temblando como un Chihuahua.

Era nuestro primer aniversario, y como lo hicimos en un principio, tomaríamos la tradición de viajar a un pueblo donde nadie nos conozca y pasar un día tranquilo solo nosotras todos los años.

Constantemente nos agotabamos de nuestro ritmo de vida, y aún estábamos viendo la posibilidad de vivir juntas. Rosie y yo habíamos superado cada obstáculo de nuestra vida juntas, y eso me hacía sentir tan plena y tan enamorada de ella.

Hoy descansabamos en un pequeño picnic en una montaña acariciada por la brisa en  Francia, desaparecimos en un pequeño pueblito de paso que apenas estaba en el mapa y con una población de 500 personas. Muy privado para mi chica y para mi.

Yo descansaba mi cabeza en una manta mientras leía un libro y Rosé estaba saltaba cruzando sus piernas mientras su cuerpo vibraba por alguna razón.

-¿Rosie?

No entendía por qué temblaba tanto, si apenas estábamos a 22 grados.

De repente ella se levantó de un salto y empezó a estirarse.

-¿Que estas haciendo?-no pude evitar reírme.

-Estoy entrando en calor.-soltó ya un poco agitada mientras calentaba.

Me reí un poco más, era una imagen graciosisima.

-Bebé, hay formas más fáciles de entrar en calor cuando estas conmigo.-le dije levantando una ceja.

Ella se detuvo y me dio una de sus miradas de complicidad.

-Y después dices que soy yo la pervertida.-me encogí de hombros después de lanzarle un beso- Necesito algo de fuerza en este momento.-dijo antes de volver a saltar y yo sirviéndome una copa de vino.

Ver a Rosie moverse de un lado para el otro era mi día a día, sonreí mientras llevaba la copa de vino a mis labios.

De pronto, algo se cae se su bolsillo y se lanza al suelo para atraparlo y ocultarlo de mi.

-¡No!

-¿Que tienes ahí?-le pregunté.

Ella me miró nerviosa.

-A parte de tu corazón, nada...

Bufé y me puse de pie para ir hasta ella.

Le di una de mis miradas mientras reposaba mis manos en mis caderas. La rubia suspiró derrotada, y en lugar de levantarse, se puso de rodillas.

Mi corazón empezó a latir muy fuerte y mis labios se entre abrieron. Rosé sacó el anillo de la cajita, y me miró a los ojos aterrada. Era tan tierna.

-El día en que te conocí, fui a comprar este anillo.-que...- Ese día salí del estudio y fui lo más rápido que pude a una joyería pensando "esa chica será mi esposa, me tomará un tiempo, pero lo será"

Ella me sonrió finalmente, aun con su ceño ligeramente fruncido.

-Te lo he dicho siempre, Soo.-yo sonreí- Cuando quiero algo, voy a ir tras ello. He estado detrás de ti hasta que pude estar a tu lado... Te amo con cada parte de mi, con cada cosa que hemos pasado. Conozo tus sueño y tus miedos mejor que nadie, así que... Jisoo, nadie tiene que saber que nos casamos.-eso último... ella me estaba rogando. Un nudo de hizo en mi garganta- Solo nosotras y los nuestros, de todos modos ¿Que son 4 años con una vida a tu lado?

Sonreí.

Escuchar la suave voz de Rosé acompañada de la brisa y las hojas, sin nada que se interpusiera entre nosotras, era poesía.

-¿Siempre hablas tanto?-mi voz trajo un montón de lagrimas mientras Rosé me miraba enternecida- Iba a decir que si desde que vi el anillo.

Ella se levantó puso sus brazos al rededor de mi mientras gimoteaba como una tonta. Rosé siempre causaba tanto sentimientos ilógicos en mi.

-¿Me-me dejas ponerte el anillo?

Cuando me separé de ella, vi sus ojitos brillar de ilusión, tanto que me derritió. Tuve que morderme los labios y asentir.

Ella tomó mi mano y estaba fría, suspiró y su temblor se detuvo en cuanto paso su vista de mi dedo a mi rostro. La chica segura estaba de vuelta.

-Te amo.-y la besé.

En cuanto mis labios tocaron los suyos sentí esa calidad que siempre me embriagaba. Más fuerte que el vino, y más suave que cualquier cosa. Sentí sus pulgares acariciar mi mejilla limpiando mis lágrimas.

-Te atrapeee.-canturreó riéndose y yo fruncí el ceño- ¡Ahora eres mía!

Se volvió totalmente hiperactiva dándome vuelta en el aire y mimandome cuando llegamos al suelo. No podía parar de reír con Rosie. Seguía dejándome besos por todos los lugares con piel visible mientras me hacía cosquillas.

Finalmente, quedo abrazando mis piernas viéndome desde abajo con ojos de cachorrito.

-Te haré muy feliz, Soo.-dijo por lo bajo.

Acarcie su cabello.

-Ya lo haces.-y sonrió como si le hubiera dicho las mejores palabras el universo.

...

Si somos honestas, nuestra boda no había sido realmente planeada a detalle. Rosie tenía su mente trabajado en todo para que se mantuviera secreta, y eso fue suficiente.

Solo queríamos privacidad y felicidad.

Así que mi nuestra casa estaban nuestras familias, y todos los amigos que sabían de nosotras antes de que saliera a la luz, y un encargado de la ceremonia conocido por su discreción.

En nuestra sala decorada de blanco no habían más de 15 personas y nuestros sobrinos. Mi padre ha estado de viaje estos meses y no estaría con nosotros, así que mi hermano tomaría su lugar. No quería pensarlo mucho, pero me siento más cómoda así.

-¿Lista, enana?

-Si me vuelves a llamar así te golpearé.

Y el se echó a reír, dándome su brazo. La música había empezado y al bajar a la sala ya todos estaban ahí girando para verme, con una sonrisa en sus rostros.

Mientras Rosie... ella no tenía una sonrisa, porque sus labios estaban entre abiertos, y sus ojos hipnotizados conmigo. Sentí mi rostro arder y le sonreí. Ella salió de su trace y me sonrió también. Paso tras paso, cada vez más cerca de ella hacia mi corazón saltar de emoción.

Mi Rosie... mi Rosie finalmente mía. Pensé.

Estaba tan hermosa en su corto vestido blanco de verano, con su cabello suelto y ondulado. Sus mejillas se veían incluso más rellenitas y rosas por su sonrisa, ¿como podías enamorarte tanto de una persona? ¿cómo podía estar cansandome con una chica de la que me enamoré a primera vista?

Cuando llegue frente a ella, tomó mi mano y la besó.

Deslumbrante.

-Hoy estas especialmente hermosa, mi futura esposa-me sonrojé negando-. Desde que te conocí todo lo que he hecho ha sido para llegar a este punto, mi siguiente plan es estar contigo por el resto de mi vida y dedicar cada día a hacerte la mujer más feliz.

Ella besó mi mano de nuevo y yo la besé rápidamente.

-¡HEY, HEY, AUN NO HAN EMPEZADO!-escuchamos gritar a Lisa.

Nos reímos, y la miré a los ojos.

-Te amo, Rosie.-mi chica hizo un puchero- Gracias por luchar por nosotras, y por amarme en la manera en que lo haces.

Rosie me sonrió con una de esas sonrisas que conservaré para siempre en mi memoria.

El oficial de la boda nos miró a ambas y asintió.

-¿Estas listas, Kim?

Le sonreí.

-Siempre estoy lista, Park.

...

La boda secreta de las Chaesoo 😭

Justo A Tiempo | CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora