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Rosé

El mejor día de mi vida.

Así es como lo voy a recordar por ahora. Estoy tan tontamente enamorada de esta mujer que estoy segura que en nuestro futuro habrá un día incluso más feliz que este. Y es mucho decir, porque justo ahora ella está abriendo solo ojos y gesticulando un "buenos días, amor"

Y mi corazón late tan rápido que solo puedo responder con un sonrisa y besando sus tiernos labios en forma de corazón.

-Estás especialmente hermosa hoy.-le digo y ella cierra sus ojos y se acomoda más contra mi.

Si solo pudiera hacer que esta mañana durara más tiempo.

-Bebé-canturrea-, ¿me amarias si fuera un pollo?

Me reí, haciendo que ella se sacudiera.

-Dios, Chu, claro que te amaría si fueras un pollo.

Ella se rió también.

-¿Me amarias si fuera una lavadora?

Ay Dios...

Juntas tuvimos un desayuno romántico en el pueblo, compramos unas cosas para Jennie y Lisa y regresamos a Seúl con un aire nostálgico entre nosotras.

Tendríamos que volver a la realidad.

Sería un pequeño golpe volver a escondernos, pero sería necesario para que podamos mantener nuestra relación en esta odiosa prueba de fuego.

La amo. La amo tanto que duele. Veo una chispa de melancolía en sus ojos y lo único que puedo es pensar en que quisiera que fuera más feliz conmigo.

Pero también sé que no es todo mi culpa. Así que no puedo ahogarme en eso. Por ahora abrazo su cintura y le dejo algunos besos en la espalda. Y así logro sacarle una sonrisa.

Cuando llegamos a su departamento, Jennie nos esperaba con un almuerzo muy coreano y con miradas muy pícaras.

-¡Hola! ¿Como les fue en su pequeña luna de miel?

Nos reímos.

-Muy romántica.-le dije sentandome en el sofá y Jisoo lanzándose sobre mi regazo.

-Que asco, no pueden quitarse las manos de encima-y hace una mueca sirviendo la comida.

-Cállate, ella dijo que me amaría sin fuera un tomacorrientes-y Jisoo se apretó más contra mi.

Jennie y yo nos reímos.

-Mañana conocerá a mi familia.‐Jennie y yo compartimos una mirada. Ella sabía lo que significaba para mí, mientras sentí a Jisoo crisparse en mis piernas.

-No me digas eso Roseanne, que empiezo a diseñar mi vestido de dama de honor.

El calor rápidamente subió a mi cara y me reí nerviosa. Ahora las dos estábamos congeladas en el sofá, haciendo que Jisoo se levantara y caminara hasta la cocina para ayudar a Jennie.

-No te apresures, Jendukie...-murmuré.

-Hey, el Jendukie es mio.-gruñó Jisoo.

Giré los ojos y Jennie me guiñó el ojo.

Que nerviosa me hacía pensar en eso. Esa idea estuvo en mi mente todo el almuerzo, toda la tarde, y luego sola en mi casa con Hank en mi regazo, lo pensé otra vez.

Era ridículamente pronto para eso pero... algo dentro de mi gritaba tan fuerte que lo quería. Quería cien por ciento casarme con ella. Quería tener una familia con ella. Quería ir de vacaciones a Australia y pasear a nuestros perros en la playa mientras caminamos de la mano usando lentes de sol a juego.

Justo A Tiempo | CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora