- Secretos (+18)
Yarela Abrams es una chica la cuál vivió una gran parte de su vida en Estados Unidos, pero debido al trabajo de su padre tuvieron que mudarse a Seúl nuevamente.
La castaña no sabía si aterrarse o emocionarse, ya que su sueño siempre...
Luego de un día agotar al tener que despedirse de sus seres queridos decide tomar un descanso antes de tener que organizar su maleta. Era una persona muy organizada por lo qué prefería tenerla lista días antes para así no estresarse.
Cuando estaba apunto de quedarse dormida comenzó a sonar su teléfono, era una llamada de un número desconocido que no era Estadounidense, lo que Yarela encontró raro, a pesar de que no solía aceptar llamadas de desconocidos y menos de otros países debido al spam, pero estaba esperando la llamada por la matrícula de su nueva escuela, así que decidió contestar.
-Buenas tardes, ¿se encuentra Yarela Abrams?
-Buenas tardes, si, habla con ella.
-Me presento, soy el director de Saebom High School, ha sido aceptada para entrar en nuestra escuela por su destacable logro académico, la esperamos con ansias este 2019, saludos.
-Muchas gracias, prometo no decepcionarlos, que tengan linda tarde.
La castaña comenzó a saltar de emoción, todo ese sueño que tenia hace menos de 5 minutos de había esfumado en un par de segundos. No creía posible el hecho de que la hayan aceptado tan rápido, hace menos de 1 semana había postulado, bajo las escaleras rápidamente para poder contarle a su familia lo que había logrado.
Ellos estaban tan emocionados cómo ella, muy orgullosos de todos sus logros, sabían que merecía estar ahí.
-Estamos muy orgullosos de tí Yarelita, siempre estaremos aquí apoyándote con tus metas — ambos padres fueron a abrazar a su hija, su felicidad era la de ellos.
-¿Que les parece si vamos a celebrarlo con un desayuno mañana en nuestra cafetería favorita?—propuso el padre.
-Por supuesto—dijo Yarela emocionada—enserió muchas gracias por todo, sin ustedes no hubiera podido hacerlo.
-No hay de que, todo para que nuestra pequeña sea feliz.
La castaña desde pequeña recuerda que sus padres la motivaban para que pudiera lograr lo que ella quisiera, claro que, para eso, tenía que esforzarse cada día, no la forzaban a tener las mejores calificaciones, ni tampoco ser la mejor en todo, si no qué, la ayudaban a que ella pudiera cumplir sus sueños sin necesidad de pisotear a los demás.
Fue uno de los mejores días de su vida o al menos, eso pensaba ella, ser aceptada por una no esperaba la hora de poder conocer a nuevos amigos.
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