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El alfa tragó saliva ante la vista del omega en ese estado.
Felix no había cambiado en nada, sus expresiones, su fragilidad, todo estaba igual que antes, y eso desgarraba el corazón de Hyunjin.
Se acercó a el con cautela, tratando de mantener el control sobre sí mismo mientras su lobo luchaba ferozmente por tomar las riendas de la situación.
La mirada de Felix, llena de lágrimas amenazantes, lo hizo sentirse aún más desesperado por ayudarlo.
Con cuidado, extendió una mano para ayudar al omega a levantarse, quien aceptó la ayuda tembloroso.
El pecoso soltó un pequeño gemido ante el contacto con el alfa, y su aroma se volvió aún más embriagador, llenando el aire y envolviendo a Hyunjin en una nube de deseo y necesidad.
El alfa gruñó, luchando por mantener su compostura mientras apretaba instintivamente el agarre del omega.
Felix lo miraba con una mezcla de miedo y deseo, sus ojos reflejando la confusión y la angustia que se arremolinaban en su interior.
"¿Viniste con alguien más?" preguntó, con esperanzas de que el omega dijera que si y así poder dejarlo en cargo de otra persona, aunque su lobo quisiera todo lo contrario.
Felix tardó en responder, su mente confundida por las feromonas y las emociones desbordantes.
Asintió tembloroso.
"Chan..." murmuró, su voz apenas audible sobre el rugido de su lobo interior.
Un nudo se formó en la garganta de Hyunjin ante la mención del nombre del otro alfa.
Asintió con gesto serio.
"Voy a buscarlo para que te ayude, ¿de acuerdo?"
Estaba a punto de alejarse cuando Felix, con desesperación en su mirada, se aferró a él en un abrazo, escondiendo su rostro en su pecho, buscando consuelo y protección.
El lobo de Felix había tomado el control.
Hyunjin sintió un nudo en la garganta, una mezcla de emociones y recuerdos que lo abrumaron.
"A-alfa, p-por favor" lloriqueó.
Hyunjin, no pudo resistirse más al llamado del omega.
Tomó el rostro de Felix entre sus manos, sus pulgares acariciando las mejillas ruborizadas del pecoso.
Sin decir una palabra, Hyunjin se inclinó y plantó un beso en los labios de Felix.
Fue un beso apasionado, lleno de años de recuerdos y emociones reprimidas, el omega soltó un gemido placentero, sus labios respondiendo instintivamente al contacto con los de Hyunjin.
Con un impulso, el alfa sostuvo a Felix y lo levantó con fuerza, haciéndolo sentarse sobre el amplio mueble del lavamanos.
El omega se aferró con más fuerza a Hyunjin, abriendo sus piernas para rodear con fuerza el cuerpo del alfa, sus cuerpos anhelando el contacto que habían perdido hace años. Sus lobos, finalmente liberados, se comunicaban y expresaban su anhelo de una forma que ninguna palabra podría describir.
