Ocho increíbles personajes se verán abrumados en un mundo caótico y lleno de conflictos esperando sobrevivir al furor de la guerra. Ninguno esta esperando a dejarse aniquilar, algunos de ellos están dispuesto a luchar por sus tierras, ideales, su ge...
Ya eran cerca de las 11:30 a.m. Oscar y Lucy ya estaban en la entrada de la casa de los padres de esta. Después del anterior evento que los hizo reflexionar demasiado mientras llegaban a casa, aun se tenían la duda de todo lo que quiso decir aquella anciana que los había encarado. Esa cuestión con la magia y el Mana... Solo alimentaban aún más ese deseo por querer descubrir todo lo relacionado con eso.
*Toc Toc* Lucy llamaba a la puerta de sus padres.
Luan, la madre de Lucy. Es la sastre y peletera del pueblo (La peletería es la industria dedicada a la elaboración de indumentaria con cuero y piel animal.)
Lou, el padre de Lucy, anteriormente era minero en una de las canteras de Feralas. Ahora aprovechando la cantidad de gemas que obtuvo, se convirtió en el joyero del pueblo. Su labor es muy importante ya que él es uno de los encargados de suministrar joyas y gemas para comerciar y sostener el lugar económicamente.
Luan atiende la puerta, y queda perpleja a ver el desastre de ropa que usaban su hija junto con su amigo.
- Tranquila mamá, solo fue un pequeño... infortunio – Respondió Lucy.
- Como sea, entra... bueno, tú también entra Oscar. Ya que. – Dijo Luan.
- Muchas gracias señora Luan, ah y mire, les trajimos este montón de manzanas. – Respondió Oscar.
- Hmmm (Luan toma algunas manzanas y comienza a observarlas) ... ¿Son legales? - Preguntó
- ¿Qué? ¡Oh! Por supuesto, de hecho, literalmente batallamos para conseguirlas... - Responde Oscar.
- ¿Y cómo sé que eso es verdad? – Interrogó con sospechas Luan.
- Basta mamá, es verdad, yo fui testigo de todas formas. – Dijo con indiferencia Lucy.
- Hmmm, en ese caso te creeré. Entren ya, voy a ver qué puedo hacer con estas cosas. – Dijo Luan.
Oscar y Lucy prosiguieron a ingresar a la vivienda, estando ya dentro, ambos se dirigieron al comedor para esperar que el almuerzo con Pie de manzana estuviese listo.
Y aún... No se quitaban de la mente todo lo ocurrido antes.
El comedor de la casa y su cocina, estaba separado por una pared con una gran ventada decorada. De esa forma Luan podía ver desde donde estaba cocinando como los rostros de los chicos se veían muy afligidos:
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