Summer Camp Wow

Cap. 07 - La ironía del caza demonios: Lucy - Parte 2

En el capítulo anterior: tres pelotones comandados por el General, Magno y Lou. Estaban asediando la ciudad maldita de Undercity (Las Entrañas). Ahora cada uno de ellos comenzaran a tener ciertos problemas que debían superar si es que aun planeaban "recuperar" las riquezas que se encontraban en las tesorerías de la ciudad.

...

El General y Barov se enfrentan en un uno contra uno, probablemente decidirá el destino de la batalla actual. El General empuña su lanza con fervor, protegido por su escudo de guerrero, mientras que Barov avanza con su imponente armadura y una espada la cual, a pesar de su tamaño, la sujetaba con una sola mano.

- Tendrás la dicha de sentir esta hoja gélida en tu carne. Mas vale que estés preparado. – Dice Barov.

- Hablas mucho... haces poco. Ya ven aquí de una vez. – Le exige el general.

La lucha comienza y se vuelve intensa, llena de ferocidad. El General busca aprovechar la distancia con su lanza, dando ataques rápidos y precisos contra Barov. Sin embargo, el líder de los No-muertos se mueve con una gracia sorprendente casi sin inmutarse, esquivando los golpes del General con facilidad.

Con un rugido de ira y sed de sangre, Barov contraataca con fuerza abrumadora. Golpe tras golpe, su espada corta el aire y hace que el escudo del general se debilite con un poder devastador, superando la defensa del General y haciéndolo retroceder. A pesar de sus habilidades como guerrero experimentado, el General se encuentra rápidamente superado por la fuerza bruta de Barov.

- Parece que te subestime un poco. – Le dice el general.

- Y ese va ser tu peor error. – Dice Barov.

Finalmente, en un golpe final, Barov desarma al General, enviando su lanza volando y dejándolo vulnerable ante su espada. Con un movimiento certero, Barov golpea con fuerza, derribando al General y dejándolo indefenso en el suelo.

- No creas que esto se acaba aquí. – Dice el general.

Entonces él, se llena de furia asesina. Y una tonalidad roja se torna su aura y su mana. – Aquí voy de nuevo. No creas que porque no tengo armas no puedo pelear. – Dice con furia el general.

A pesar de haber sido desarmado, el General no se da por vencido. Con una determinación feroz, se levanta del suelo y se lanza hacia Barov con toda la fuerza que aún le queda. Aunque está desarmado, su agilidad y experiencia en combate son increíbles; acierta cada golpe con fuerza en todas las partes del cuerpo de Barov.

- Increíble. Aprovecha el estar sin el peso de sus armas para aumentar la velocidad de sus ataques... si no tuviera mi armadura esos golpes definitivamente me dañarían bastante. – Dice Barov en su mente.

Barov, sorprendido por la tenacidad del General, retrocede un paso, pero rápidamente recupera su compostura. Con un movimiento rápido, intenta rajar al General con su espada, pero el General esquivando ágilmente el ataque, se desliza entre las piernas de Barov y logra derribarlo al suelo.

Ahora es el General quien tiene la ventaja. Con rapidez, se abalanza sobre Barov y lo sujeta con fuerza, dejándolo indefenso bajo su agarre. A pesar de sus heridas y su falta de armas, el General muestra una ferocidad impresionante mientras lucha por mantener a Barov inmovilizado.

- ¿Ya no eres tan rudo, imbécil? – Dice el general con suma confianza en su sonrisa.

Los soldados de ambos bandos observan atónitos la escena, sin poder creer lo que están presenciando. Es evidente que el General, a pesar de estar en una posición desfavorable, ha logrado poner a Barov en aprietos.