En el año 2014, yo cursaba tercer año de secundario en una escuela de bellas artes. Por las mañanas, teníamos las clases del bachillerato, mientras que por las tardes nos dedicábamos a los talleres de arte, como escultura, grabado, pintura, entre otros.
Un día, mientras cursábamos el taller de grabado, que aunque no se me daba muy bien, era una de mis materias favoritas, mi amiga Nat me dijo:
- "A la salida va a venir Malcom a buscarme. Vamos a ir a merendar con las chicas. ¿Querés venir?".
Nuestro grupo de amigas consistía en 4 chicas: yo, Nat, Mel y Juli.
- Claro, déjame avisarle a mi tía que seguramente vuelva tarde. ¿Quiénes van a ir?
- Vos, yo, las chicas, Malcom, obvio, es su casa. . Y también van a ir dos amigos suyos que él quiere que conozcamos. A él le pareció bien que ustedes también fueran.
- Bueno, dale.Terminamos el taller, ayudamos a limpiar y salimos. Como dijo Nat, su novio ya estaba afuera. Esperamos hasta que terminaron de besarse, con toda mi cara de asco, y nos saludó.
- "Hola chicas, ¿cómo están?"
- "Bien, esperando conocer a tus amigos", dijo Juli. No me malinterpreten, amo a mis amigas, pero Juli suele ser de esas chicas que se cree mandada y luego se arrepiente. Y decir esto sabiendo que después no va a hablar con ninguno era estúpido.- "Bueno, espero que te animes a hablarles al menos", dijo Mel algo molesta.
- "Podemos irnos ya, la verdad es que muero de hambre", agregué.
- "Sí, Bec tiene razón. Suban, chicas", dijo Nat mientras se acomodaba en el asiento del copiloto.Nos acomodamos en la parte trasera del auto .
Mientras viajábamos, pusimos One Direction y todas cantamos a gritos (sí, éramos así). Malcom solo reía y decía que estábamos locas. Pasamos por un almacén para comprar cosas para la merienda. Como era la más chica, era un poco consentida por la parejita, y siempre me compraban algo aparte para mí.
No me molestaba ser la más chica, la verdad. Hasta esa tarde, cuando él entró por esa puerta y me saludó por primera vez.
Recuerdo que llevaba puesta una remera negra que se notaba que había cortado y convertido en musculosa, lo que dejaba ver su brazo tatuado. También llevaba una bermuda verde oscura y unas Vans. Lo recuerdo todo a la perfección, creo que jamás podré borrar de mi cabeza el impacto que tuve al verlo.
"Chicas, ellos son Axel y él es Lucas", señaló Malcom.
Nos saludamos entre todos y Malcom comenzó a preparar café negro para todos, excepto para mí. A mí me encanta el café, pero solo puedo tomarlo con leche, ya que el café negro me hace mal. (Sí, sé que es un poco extraño).
Los que más hablaban eran Nat, Mel, Malcom y Lucas. Juli, como siempre, se intimidaba al conocer chicos nuevos, especialmente si alguno le parecía atractivo. Mientras tanto, yo rogaba para que no fuera Axel quien le pareciera atractivo. El jugaba con su celular mientras yo no podía dejar de pensar en lo sexy que se veía.
Sentí una pisada de Nat, que estaba sentada a mi lado, y luego mi celular vibró. En cuanto lo agarré, vi que era un mensaje de ella.
Nat: Bec, deja de mirarlo tanto, por Dios. Se va a dar cuenta. 🙈
Me puse colorada y decidí prestar atención a la conversación que tenían.
- Y tú, ¿tienes la misma edad que ellas? - me preguntó Lucas.
- Mmm, no, yo soy la más chica, tengo 15 años - respondí.En ese momento, sentí cómo Axel dejaba el teléfono a un lado y me miraba.
- Y, ¿cómo es que todas van al mismo curso y son amigas? - preguntó Axel intrigado.
- Es que en los talleres solo importa el año en el que entras. Por ejemplo, yo entré a la escuela en tercer año de bachillerato, pero tuve que estar en primer año de taller, así que ahí nos conocimos - explicó Nat de manera breve.- Y ustedes, ¿cuántos años tienen? - preguntó Mel. Agradecí que ella hiciera la pregunta, ya que también quería saber más sobre Axel, pero me costaba animarme a hablar.
- Yo tengo 24 años y Axel tiene 21, al igual que Malcom - explicó Lucas.Pasamos una tarde muy linda. Juli finalmente se dignó a hablar y, para mi suerte, noté que miraba a Lucas. Por mi parte, no podía dejar de pensar en el chico que tenía tan cerca. Solo nos separaba una mesa ratona.
Cuando se hizo más tarde, Nat nos dijo que se quedaría a dormir con Malcom. Axel se ofreció a llevarnos a mí y a Mel, ya que éramos las que vivíamos un poco más lejos. Primero dejó a Mel, quien se bajó sonriéndome (toda una disimulada). En cuanto estuvimos solos, me preguntó dónde vivía y le indiqué el camino.
En cuanto me dejó en la puerta de mi casa, me bajé despidiéndome con la mano y le agradecí .
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Diferencias Entre Tu Y Yo
RomansaNos separaban nuestras diferencias, pero sobre todo una en particular. Yo no lo entendía, o tal vez sí, pero no quería verlo. Me negaba a que fuera solo un número lo que nos impedía seguir adelante.