ANNE DABA VUELTAS EN LA CAMA SIN PODER DORMIR. Ella había vuelto a su cuerpo, pero en ese momento sus pensamientos eran carcomidos por una simple pregunta. ¿Me gusta Wyatt?. Y la respuesta era simple. Si. A Anne le gustaba Wyatt. Y debía contárselo a Bill. Rápidamente miro la hora, seis de la mañana, Bill siempre está despierto a esa hora. Salió a la casa de al lado, y cuando entró, vio a los Walker durmiendo en el sofá. Era una escena bastante tierna para ella. Se acercó a Bill y empezó a hablarle.
- Bill - Susurró - ¡Señor Walker! - Él se despertó.
- ¿Anne? -
- Descubrí que Wyatt me gusta mucho señor Walker - El quiso hablar pero la chica no lo dejó - Me enamoré de él. Me enamoré de cómo habla, de las palabras raras que dice que solo el puede entender porque es un diccionario andante. Me enamoré de sus torpes problemas matemáticos de Yale en los que solo veo números y letras. Me enamoré de sus torpes camisas con cuello de tortuga. Me enamoré de todo lo que tenga que ver con Wyatt Walker - Terminó y miró a Bill. Su rostro plasmaba una sorpresa, y esa cara la conocía bien. Una cara que solo Wyatt sabía hacer. ¡Mierda! Había olvidado que ya habían cambiado de cuerpos - Oh, eras Wyatt - Ella se levantó de su lugar - Bien..., adiós, nos vemos - Rápidamente se fue de la casa y los demás se despertaron, empezaron a festejar por haber vuelto a sus cuerpos hasta que vieron la cara de Wyatt.
- ¿Qué pasa campeón? - Bill lo miró.
- Anne - Hizo una pausa - Vino y se olvidó que se habíamos vuelto a nuestros cuerpos. Pensando que eras tú, me dijo que estaba enamorada de mi. Dijo que estaba enamorada de mi palabras raras, de mis torpes problemas matemáticos, de mis torpes cuellos de tortuga, de todo lo que tenga que ver conmigo -
- ¡Eso es genial! - CC lo abrazó - Al fin tendrás novia -
- No lo haré -
- ¿La rechazaste? - Jess preguntó sorprendida.
- No. Simplemente no supe cómo reaccionar y ella se fue -
- ¡Para ser alguien que quiere ir a Yale eres muy idiota Wyatt Walker! - Cc le gritó.
Anne estaba recostada en su cama mientras escuchaba música. Su corazón estaba roto en miles de pedacitos. Wyatt Walker le había roto el corazón. No porque había dicho que no gustara de ella, porque no lo hizo. Sino porque no había dicho nada. Que era mucho peor. Mientras la música resonaba en su habitación, Anne intentaba procesar lo sucedido. Se sentía vulnerable y confundida. Había revelado sus sentimientos de una manera tan directa y, sin embargo, la falta de respuesta de Wyatt la dejó en un limbo emocional. Y en un momento la puerta se abrió de golpe y era Cc.
- ¡Anne! El reclutador esta en mi casa y quiere hablar con ambas - Anne se levantó rápidamente y ambas salieron camino a la casa vecina. Cuando llegaron, Anne vio al reclutador y el miedo se apodero de ella.
- Anne, soy Alex Sullivan, de la selección nacional - Anne sonrió - Mi vuelo se atraso por la tormenta de nieve. Así que quise venir en persona a darles la noticia. Quisiéramos darles otra oportunidad - Ambas adolescentes se miraron incrédulas.
- ¿Después de ese horroroso juego? -
- Buscamos algo en nuestros jugadores. Buen futbol y buen carácter. Se que ambas son buenas. Vi sus videos. Son una dupla explosiva. Pero cuando vi que Cc se olvido de sus ambiciones para ayudar a su oponente, y cuando al final Anne fue a ver como estaba. Sabia que tenían lo que necesitaban -
- ¿Podría esperarnos? - Ambas fueron en busca de sus madres.
- Es el reclutador de la selección. Nos ofreció otra oportunidad. Pero vamos a decir que no -
- ¿Qué? - Preguntó Jess sorprendida.
- No - Marie agregó.
- Si -
- Oigan digan que si. Deben decir que si -
- Si el futbol es su vida, las veremos en cada juego -
- ¿En serio? -
- Intenten detenernos -
- ¡Gracias! - Ambas abrazaron a sus madres y luego miraron a Alex.
- No entendí que paso -
- Es un si - Dijeron todas felices.
- ¡Oigan vengan! - Jess llamó a los hombres. Y en ese momento Alex les dio sus camisetas. Rápidamente Anne se quitó la campera y se puso la camiseta.
- ¿Y? ¿Como me queda el nueve de la selección? -
- Increíble - La voz de Wyatt se escuchó y ella volteo a mirarlo. El se acercó a donde ella estaba - ¿Podemos hablar? - Ella asintió y ambos entraron a la casa.