Me desperté en medio de un vasto lienzo blanco, un espacio sin textura ni temperatura que creaba el efecto de un vacío absoluto.
Si no mal recuerdo, me encontraba jugando Conqueror's Path, acepté una misión y desperté "aquí", en este lugar tan extraño. Todo se sentía como un sueño, o mas bien una pesadilla.
Me rasqué la cabeza y empecé a caminar. Mis pasos apenas se escuchaban y no podía ver nada en absoluto.
¿Acaso estoy...? ¿muerto?
Mis pensamientos se tornaron pesimistas.De pronto, el suelo comenzó a temblar mientras inmensas paredes y columnas empezaron a brotar desde la nada, formando algo semejante al interior de un templo romano.
—Impresionante, ¿Verdad?
Inmediatamente, escuché una voz femenina y giré, con la intención de confrontar a esa persona. Pero me llevé la sorpresa de que no había absolutamente nadie.
En su lugar se deslumbró lo que parecía un trono hecho de oro macizo, de un dorado reluciente que envolvía cada pliegue y curva de su superficie, con una exquisita tapicería que le daba un toque elegante. En su base se podía apreciar una plataforma elevada, revestida de un mármol blanco que le daba un acabado de opulencia a tal obra maestra.
Busqué acercarme para apreciar el trono más de cerca; sin embargo, ni bien di unos cuantos pasos el suelo comenzó a temblar. Al igual que las paredes, el pedazo del piso donde se encontraba el trono dorado, se elevó a gran altura para formar una inmensa semicircunferencia justo frente a mis pies.
Confundido retrocedí varios pasos hasta volver a mi posición original, en el centro de todo el lugar. Mientras me preguntaba lo que estaba pasando, pude sentir claramente la mirada de alguien a mis espaldas.
—Estas en mi camino. —Se escuchó. —Hazte a un lado, ¿Quieres?
Rote al instante.
Esta vez no te me escaparas.
Pensé mientras me preparaba para encarar a quien sea que me estuviera hablando, aunque no esperaba que la presencia de aquella persona me dejaría tan perplejo.
Mis ojos se abrieron de par en par, cuando finalmente pude ver de quien se trataba, una joven belleza salida de una historia de fantasía. Con una larga cabellera rojiza y ojos de color amarillo, además de una larga túnica blanca con decoraciones doradas que cubrían su diminuto cuerpo.
Aunque lo más resaltante de ella no era su vestimenta, sino un par de alas que se extendían por detrás suya y otro par que tenía encima de su cabeza, dándole un aspecto algo angelical.
Aquella belleza camino de forma campante hacia donde se encontraba el trono dorado, yo me encontraba en medio del camino por lo que tuve que hacerme un lado para dejarla pasar.
No desvié mi mirada en todo momento, lo que ella noto y en respuesta mostró una sonrisa burlona mientras continuaba su trayecto. Antes de llegar a la base del trono elevado, la belleza me dirigió unas palabras.
—Debes estar preguntándote sobre este lugar, ¿Verdad? —. preguntó la misteriosa belleza.
El suelo nuevamente comenzó a temblar, pero esta vez en lugar de elevarse grandes fracciones del suelo, solo lo hicieron unas cuantas, aquellas que se encontraban a los pies de la misteriosa jovencita. De forma sucesiva se fueron elevando en tamaño ascendente, de tal manera que se creaban unos grandes escalones, por los cuales la misteriosa belleza comenzó a subir de forma lenta y calmada.
—Ahora mismo te encuentras en mis dominios. —prosiguió ella. —Un limbo entre dimensiones donde no existe el espacio ni el tiempo.
—...
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La vez que fui enviado a otro mundo con la misión de conquistarlo.
FantasyAlexander Magnusson es un joven fanático de todo lo relacionado con la guerra, quien un día como cualquier otro es transportado a otro mundo por el capricho de una diosa, la cual termina encargándole tan solo una única cosa: La conquista absoluta. D...