Capitulo¹

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Desde mi nacimiento, no me comportaba como los otros niños.

Los bebés lloran para dejar presente que están vivos, yo no hize. Tanto sus padres como el personal médico pensaron que estaba muerto pero como dijo mi madre: mis ojos abiertos de par en par decían lo contrario.

A los 2 años, no actuaba como los otros niños: no lloraba cuando tenía miedo o cuando se lastimaba, no reía cuando le hacía cosquillas o por ver algo divertido. Prefería mirar a su alrededor en silencio o jugar tranquilo con sus juguetes, sus padres intentaban con todo para sacar una reacción de él, pero, cada intento era un fracaso.

A los 5 años, en la escuela: prefería estar solo en vez de estar con los otros niños, y los que intentaba acercarse a él, solo una mirada bastaba para advertirles que ni lo pensara.

No hablaba mucho y siempre estaba en el fondo del salón.

En el recreo siempre iba a su lugar favorito: estaba detrás de la escuela. Una banca abandonada, si, pensaría que es el peor lugar para almorzar pero no es por el lugar que prefería ese lugar, si no por la vista. la banca queda viendo un bosque, y ahí comía tranquilo el almuerzo que su madre hizo mientras veía diferentes tipos de animales del bosque.

Desde conejos, algún venado, mariposas, zorros y zorrillos. Preferiría mil veces estar aquí en vez de estar con los otros.

Sus compañeros siempre lo evitaban y los profesores intentaban meterlo a los grupos pero sus intentos eran inútiles. Sus padres siempre tienen llamadas de la escuela o por directora, y siempre era lo mismo: su hijo no se incluye en las actividades, no hace amigos, ect, ect.

Era todo lo contrario, prefería estar solo y no, no quería hacer amigos. Siempre le decían a sus padres que hablaran con él pero ellos no lo hacían, no era necesario hablar. Así que lo mejor era sacarlo y ponerlo en otra escuela.

Hasta los mismos amigos de mis padres les recomendaban que necesitaba ayuda profesional y bla, bla. Lo misma porqueria de siempre que escuchado de cualquier adulto.

Pero mis padres no hicieron caso a esos imbeciles y mejor los mandaron a la mierda por sugerir tal barbaridad.

A los 7 años, había estaba por más de 6 escuelas diferentes y siempre era los mismo: los primero días son normales, a los 10 días sus compañeros lo miran raro y no se acercaban a él, luego empiezan a molestarlo: llamándolo raro, rarito y muchos otros apodos que había escuchado anteriormente. Y por último: pelea, ya que lo veían como presa fácil para molestarlo y meterse con él. Lo bueno es que no me deja intimidar: la paliza que les di a esos tontos bastardos no la vieron venir, pero, si vi venir el castigo después de la pelea.

Y como siempre lo culpaban a él. Sus viejos no necesitan preguntar quien empezó, me conocían muy bien: él no se metía en peleas solo si lo provocaron. Así que la mejor opción que vieron sus padres para evitar todo esto, era tomar clases desde casa.

Desde los 8 a los 9 años, estudie en casa, no salía y si lo hacía: era para tomar el sol, ayudar a sus padres en algo en casa o acompañar a su madre hacer las compras de la semana. También gracias a las clases, me di cuenta que me gustaban mucho las matemáticas y la literatura. Imagina la cara de felicidad de sus padres cuando les conté, estaban felices que me haya interesado en algo y por eso contrataron profesores profesionales para enseñarte

Por que si carajo, sus padre eran ricos, que pensaban?

Las matemáticas eran un reto y con eso vino el estímulo de competitividad. La literatura fue más un buen aire de desahogo, leer historias trágicas y fantásticas, fue un buen cambio de ambiente para él.

Aunque le gusta mucho las matemáticas y la literatura, Su padre también le inculcó su amor a los videojuegos (lo se, mi padre un friki) pasaba casi la mitad del día jugando videojuegos desde mortal kombat, street fighter, Mario y muchos más.

Estos nuevo hobbies le traería muchos sentimientos desde, enojo, felicidad, tristeza y desagrado (huuu~ alta referencia :v) pero solo eran pasajeros que solo llenaban un tercio y no lo completaban, aún sentía que faltaba algo.

Hasta que lo vi a él, en toda su gloria, su sonrisa, su mirada, sus ojos, todo en él, le trajo todo los sentimientos antes mencionados pero más ardientemente. Era como si un fuego fuera prendido en su pecho, le gustaba y quería más de ese sentimiento y de él.

Obsesión En Pausa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora