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Jaemin no puede dejar de reprenderse mientras da vueltas en su cama.

Tiene más de una hora acostado, pero no puede dormir porque no puede dejar de pensar en la estupidez que hizo al regresarle el beso a Jeno.

Debí haberlo apartado piensa enterrando media cara en las almohadas debí haberlo dejado.

Nunca debí dejar que se acercara tanto en primer lugar.

Estaba jodidamente arrepentido y no permitiría que algo como eso volviera a suceder.

Once días después, día de navidad/ cumpleaños de Jeno.

Jeno empujó su espalda contra el refrigerador, besando su boca y después bajando a la quijada, el apretó más sus brazos alrededor del cuello del alfa. Las manos de Jeno, resbalosas como siempre, encontraron la manera de colarse dentro de su camisa. Después lo mordió debajo de la oreja y no pudo evitar reír.

Hacia un par de días había descubierto que cuando Jeno besaba su cuello lo único que sentía eran cosquillas, cuando lo besaba ahí solo era placentero, sin embargo, si lo tocaba con la mano toda la ansiedad volvía, así que mientras solo lo tocará con la boca no habría problema, lo jura.

Solo cuando el dejó de sentir los labios sobre su piel fue que abrió los ojos y se encontró con la mirada de Jeno, que le sonreía, así que el también sonrió, su labio inferior entre sus dientes.

—¡Papá! —escucharon el grito de Mark en la parte alta y se apartaron de un salto —¡¿Necesitas algo de acá arriba?!

—¡No, gracias!— Jeno y él mirándose a los ojos, y cuando Mark le respondió que en un momento bajaba, Jeno presionó sus labios una vez más antes apartarse, ambos sonriendo.

Cuando Mark bajo, encontró a Jeno sentado en un taburete de la isla mirando su celular y a su papá sacando el pastel que había hecho, del refrigerador.

No había nada raro en ellos, sin embargo el olor a excitación en el aire no pudo pasar desapercibido para él.

Volvió a mirar a su papá, pero él estaba distraído poniéndole algo más de betún al pastel, entonces miro a Jeno, que ahora tenía una sonrisa de satisfacción mientras miraba el celular.

—¿Por qué huele a excitación?— vio como su papá se ponía rígido y el sonrojo comenzaba a llenarlo desde el cuello hasta la raíz del cabello en la frente, entonces miro a Jeno, que lo miraba sonriendo con picardía—. Eres un cerdo, Jeno, mi papá está presente y tú viendo tus cochinadas y soltando tu horrible olor, lo vas a intoxicar— dijo con el ceño fruncido y obteniendo como única respuesta un guiño y la risa de Jeno.

Entonces fue y le dio un golpe en la cabeza antes de mirar a su padre con una mirada de disculpa, pero éste sólo soltó una risita nerviosa.

—Ya estoy— dijo entonces Jaemin cargando el pastel y evitando la mirada de su hijo.

En menos de un segundo ya tenía a Jeno junto a él, quitándole el pastel de las manos.

La fiesta del alfa había comenzado prácticamente desde el mediodía en su casa, pero entonces él había preferido ir por ellos, a pesar de que Mark había dicho que era innecesario, que quedarse a disfrutar de su fiesta.

—Bien, vámonos— dijo Jeno, permitiendo que Jaemin fuera por delante.

Antes de salir Jaemin tomo las llaves de su camioneta.

—Ah no, no, iremos en mi coche, am-– dijo Jeno deteniéndose a media palabra mirando a Mark sobre su hombro, pero éste sólo le prestaba atención a su teléfono y cuando volvió a mirar al frente se encontró con la mirada divertida de Jaemin.

Dicha (NOMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora