numéro six

443 98 11
                                    

Jihyo despertó el sábado por la mañana con unos increíbles nervios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jihyo despertó el sábado por la mañana con unos increíbles nervios. Se había mensajeado con Sana durante la noche, para pasarle su dirección y ponerse de acuerdo para establecer la hora en la que el menor pasaría por ella.

Sana vendría a la 1 de la tarde, la pelinegra miró su teléfono, eran las 10 de la mañana. Se levantó de la cama y fue hasta su baño para tomar una ducha.

Paso casi una hora decidiendo que se pondría, no quería parecer muy arreglada, pues solo iban a la feria, pero tampoco quería verse tan sencilla.

Se terminó decidiendo por una camisa negra y unos pantalones algo holgados.

Se sentó en su sillón de la sala a esperar por Sana, conforme los minutos pasaban, los nervios se apoderaban del cuerpo de la pelinegra.

Sana se había levantado muy temprano en la mañana, su emoción no le permitió dormir más allá de las 8 de la mañana. Intento distraerse haciendo ejercicio, sin embargo cada que recordaba que tendría una cita con Jihyo su estómago se revolvía y su corazón se aceleraba.

—¿Debería llevarle unas flores?— se preguntó Sana mientras terminaba de arreglarse— Tal vez sea mucho, se puede poner nerviosa.

Salió de su departamento al medio día, Jihyo no vivía tan lejos, pero no quería llegar tarde por ella, a veces había tráfico en la ciudad o si llegase a surgir algún imprevisto tendría tiempo para arreglarlo.

Al llegar al edificio donde la mayor vivía, le mando un mensaje diciéndole que había llegado, estaba a punto de decirle que subía por ella, pero se sorprendió al ver como Jihyo salía del edificio, al parecer la estaba esperando ya en el vestíbulo. Sana se preguntó si se había demorado mucho, pero al mirar su reloj eran las 12:40, ni siquiera era la una de la tarde.

—Mi departamento esta en el piso seis, no quería que subieras tantas escaleras solo para recogerme, a-sí que te espere aquí— dijo Jihyo mientras se acercaba a la menor.

—Oh, ¿y llevas mucho tiempo esperándome aquí?— preguntó la castaña preocupada.

—N-no, justo acababa de bajar cuando mandaste el mensaje.

Mentira, Jihyo estaba esperando en el vestíbulo desde que era las 12 en punto.

—¡Me alegro que no hayas esperado tanto entonces!— Sana le sonrió— ¿Nos vamos?— preguntó señalando su carro el cual estaba estacionado en la calle.

Jihyo asintió y le regaló una tímida sonrisa.

El camino a la feria fue algo tranquilo, con uno que otro comentario por parte de Sana y unas cuantas risas tranquilas por parte de Jihyo. Al llegar, los ojos de la pelinegra se iluminaron con ilusión al ver las montañas rusas que habían ahí, su emoción por subirse a una era tanta, que sin pensar jaló a Sana de la manga de su camisa y la llevó hasta la fila de la atracción.

Cherry MagicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora