III.

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Después de lo ocurrido, me encontraba todavía en esa aula con Chaeyoung siendo viernes.

A este paso esta chica me dejara seca.
No le bastó la primera vez ayer, esta vez fue más explícita en decir que quería darme autoplacer.
No busco perdón, pero llevar casi 2 meses sin nada de sexo era complicado.

Antes que diera el toque para volver a clases termine en la boca de la rubia.
Ambas satisfechas, subí mi ropa y arregle mi camisa.

-Chae- hable y ella volteo a verme aún limpiándose la comisura de los labios-Te espero aquí en el segundo descanso, tenemos que hablar seriamente-

-como usted diga señorita- solo asentí y salí del lugar viendo en mi celular en qué aula me tocaba y el tema.

Mi clase en ese grupo, que hoy abarcaba las dos horas para salir al segundo descanso.
A diferencia de muchos más grupos, a este parecía interesarles mis clases y prestaban total atención a estas, hoy tocaba enseñarles sobre cultura griega y el sistema de su sociedad, en especial y mi parte favorita, como veían las relaciones homosexuales, era un mar de datos que estaba lanzando a mis alumnos mientras leía sin descanso, pero aún así ellos prestaban total atención.

-los helenos no aplaudían el amor entre hombres, sino la pederastia.- hable mientas mis ojos recorrían cada párrafo y palabra con exactitud, como si de una voz artificial se tratará, talvez por eso a mis alumnos les gustaba la clase o de ambiente puse canciones, no lo sé pero eso no iba a detener mi lectura-En nuestra cultura, esta palabra tiene connotaciones extremadamente negati­vas, pero para los griegos era una etapa indispensable de la educación de los jó­venes, al menos entre aristócratas.- hice una pausa para revisar que todos estuvieran prestando atención y aunque algunos tenían un audífono puesto, lo estaban haciendo y eso era un logro para mí, demostraba en cierto punto que las horas de desvelo valían la pena.-
De efebo a hombre- aclare mi voz antes de empezar-
En Creta, que era una sociedad paramili­tar no muy distinta de la espartana, exis­tía un curioso rito de iniciación. Un hom­bre adulto elegía a un muchacho y lo raptaba con el consentimiento de los pa­dres. Parientes y amigos fingían perse­guirlos, pero finalmente les dejaban huir. Secuestrador y secuestrado pasaban dos meses juntos de acampada, cazando y conociéndose mejor. A su regreso, el rap­tor colmaba al adolescente de regalos: su primer conjunto de ropa militar, una co­pa para beber vino y un buey para sacrificar a Zeus. Si había sufrido violencia, la ley permitía al joven vengarse de su secuestrador, pero raramente lo hacía. Ser raptado se consideraba un honor, que ga­rantizaba al escogido una posición social aventajada durante toda su vida. Por favor den vuelta a la siguiente página-anuncié.

Y sonoramente, la hoja se dobló dando paso a la nueva página, punto de vista en Atenas.

-Ya casi terminamos y si lo hacemos antes pueden salir- dije acomodando el armazón de mis lentes para leer- En Atenas la pederastia era un asunto más refinado. -Era mejor deciles así para que al menos la esperanza de salir los mantuviera en la lectura-No había secuestros, sino flirteo, y este debía ceñirse a unas nor­mas estrictas de galantería. La ley prote­gía hasta cierto punto a los chicos dema­siado jóvenes, los maestros de escuela y los directores de coros debían tener 40 años cumplidos, una edad venerable para la época, y se comprometían a no permitir que nadie se acercara a sus pu­pilos durante las clases.- Leí con delicadeza en cada palabra.

40 antes, ahora con tener 29 tengo a una alumna babeando por mi incluso cuando creía en el ratoncito de los dientes.
Que avanzada es la sociedad, ja.

Al darle una rápida vista a la página ya aparecía Safo de Lesbos, bien.
Esto ya se puso interesante.

-El amor safico- leí el pequeño título-La innovación erótica que los griegos atribuían a los habitantes de Lesbos no era el sexo entre mujeres, sino la fela­ción. -escuché pequeñas risas en el fondo, adolecentes- De lo que nosotros llamamos les­bianismo existen muy pocos testimonios. En los coros femeninos de Esparta, las cantantes solían alabar la belleza de la solista, pero podría tratarse de una tácti­ca para promocionar a una amiga como futura esposa, más que de una expresión de erotismo.- ya había hasta acomodado en una posición el libro para poder leer mejor y caminar libremente en el área del escritorio.
- Cuando los autores mascu­linos abordan el tema de la homosexuali­dad femenina en la antigua Grecia, lo hacen con desagrado. "Señora de Cipris, maldice a las que esca­pan de ti y del lecho nupcial", suplica en un verso el poeta Asclepíades.- Me sentía toda una experta en el tema, espera, ya lo era.-Se refiere a dos muchachas que "no quie­ren moverse en vaivén, como indica Afro­dita, y se abandonan a otras prácticas que no son buenas". -revise la hora marcada en mi reloj de mano, 20 minutos antes que acabe la clase- Como las mujeres no recibían la misma educación que los hombres, difícilmente podían dejar testi­monio escrito de sus sentimientos hacia otras mujeres.-

Srta. Older (Michaeng G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora