Srta. Older (Michaeng G!p)

IV.

Mina Pov.

Después de estar con Chaeyoung le dije que la esperaba en el estacionamiento, talvez llevarla a comer algo sería un avance de nuestra nueva conexión, sin contar que no hemos hablado de otra cosa que sea sexo.

Estaba entretenida hablando con Jihyo por mensaje de texto cuando sentí alguien chocar su hombro con el mío, era Chaeyoung.

—¿Qué tal Miss?, ¿Me extraño?— se recargó en mi auto, pegandose más a mí, demasiado como para estar en público.

—Retirate un poco Son— seguía con mi mirada clavada en mi celular.

—¿Por qué?— sonó idéntica cuando era pequeña.

“Miss, ¿Por qué el mar nunca se detiene?”
“Maestra Mina, ¿Por qué el sol brilla?”
“Maestra, ¿Por qué no acepta salir conmigo?”

Su pequeña voz resonó en mi subconsciente, inquietandose así mismo.

—Aquí en público mantén tu distancia por favor— ni siquiera me tomé el atrevimiento de verla directamente.

—No sea tan paranoica maestra, la preocupación hace más arrugas—rió.

Niña hija de ...

—Bien, pero, ¿Qué quería decirme?— preguntó ahora tomando mi celular y apagandolo, volviendolo a poner en mis manos después de hacerlo— Si piensa hablar conmigo, será sin ver ese aparato, ¿Entendido?— dió un suave golpe en mi pecho.

—Bien, comprendo Son— guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón— Quería invitarte a comer y conversar más—Explique arreglando mi cabello.

—¿Con qué intención?— alzó una ceja.

—Conocerte de nuevo, no todo tiene que terminar en sexo, ¿Sabes?—

—Si claro, como usted diga— rodó los ojos.

—Lo digo de verdad, solo hemos hablado de sexo, si vamos a empezar a relacionarnos, al menos me gustaría conocerte más, ahora, te conozco en mi mente pero como una niña, ahora quiero conocerte como ya una adulta, indagar más sobre ti.— cuando volte a verla, ella ya tenía sus ojos en mí, con una mirada incrédula de lo que acababa de decir.

Sus mejillas se tiñeron de un ligero color rojo y mordió suavemente sus labios, ¿Acaso se había puesto nerviosa?.

—¿Qué pasa?, ¿Dije algo malo?, Discúlpame si me pase— me adelante a decir cuando inmediatamente empezó a sacudir su cabeza negando energéticamente.

—No, no es eso, solo que— bajo la mirada y volvió a jugar con su anillo— no pensaba que haría eso.

—Talvez vete acostumbrando, ¿Nos vamos?— Baje mi mirada a sus manos y con las mías, le dí un pequeño roce, haciendo que dejara su anillo en paz.

—Vamos...— respondió y saque las llaves del vehículo.

Quite el seguro del vehículo y cuando ella se dirigió a la puerta del copiloto, me adelante y se la abrí.