๑ Capitulo 8.

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El viernes llegó rodando junto con un balde de agua fría. Force está lúcido, finalmente luego de dos largos y eternos días donde lo único que hizo fue...

En realidad, Force no quiere hablar ni pensar en eso. En como clavó su nariz en su ropa una vez se la quitó porque tenía su aroma mezclado con el del omega y que por cierto nunca, jamás, quiso separarse de su camiseta porque estaba impregnada de cerezas y chocolate.

No quiere entrar en esos pensamientos a profundidad, pero se le hace imposible porque no puede ignorar el hecho de que su alfa estuvo desesperado buscando al omega para poder anudarlo, ni mucho menos puede ignorar todas aquellas veces en las que terminó en su mano, sobre la almohada y sus juguetes estimulantes, gritando y gruñendo el nombre de ese pequeño. Sin mencionar muchas otras cosas.

Su madre; por supuesto, no se detuvo a esperar a que salga de la ducha para preguntar quién era ese bonito y agradable omega que lo trajo a su casa junto a aquel beta. Bien, Force no pudo decirle a su madre que es un simple omega con el que está jugando porque es parte de una apuesta, claro que no, eso hubiera provocado un gran sermón. Entonces, con mejillas sonrosadas y flashes de lo que fue su celo, le dijo que solo era un nuevo amigo.

Aunque por supuesto, su situación actual con el omega no era nada cercano a eso, ni un poco. En realidad solo eran simples conocidos y nada más, se niega a creer en alguna otra mierda supersticiosa de destinados o algo de eso. Todo lo sucedido fue simple atracción. Después de todo él mismísimo omega le dijo eso y se lo había intentado dejar en claro. Por eso mismo cuando hoy en la tarde vaya a visitar al omega lo comprobará.

Probará su punto y el del omega, que solo fue una necesidad biología porque estaba entrando en celo. Y sí, su madre básicamente lo obligó a llevarle una tarta de cerezas al omega en forma de agradecimiento y aunque Force podría mentir fácilmente diciendo que fue a lo del omega e ir a la casa de sus amigos y comerse la tarta, Force no lo hará porque el omega realmente lo ayudó y lo salvó de retrasar su celo e incluso de haber podido pasar un celo en medio del vestidor del colegio. No se imagina como hubieran terminado las cosas si ese omega y su amigo beta no hubieran estado ahí.

Así que tal vez, por eso mismo su alfa lo está obligando a vestirse apropiadamente y a oler por igual, está nervioso y moviendo su colita peluda junto a sus orejas algo bajas y un ceño peludo de concentración. Su alfa aveces exagera mucho, pero nunca antes lo había sentido tan atento a algo o a alguien.

Se pone una remera verde y unos jeans negros bastante ajustados, junto a unas vans, una bandana está en su cabello para no dejar que sus hebras largas pelinegras le impidan ver correctamente. Baja las escaleras, toma la tarta entre sus manos, besa la frente de su madre y se escapa con el viento por la puerta principal. Sube a su auto que por cierto agradece tanto que el beta le haya dado las llaves a su madre para que ella pueda ir a buscarlo al estacionamiento del colegio aquel día.

Cuando toca la puerta y pasan unos largos segundos para poder volver a tocar y nadie le abre, Force está listo para irse y comerse la tarta de cerezas en su auto, pero la puerta se abre revelando a una alfa con pijama puesto y un ceño profundament...

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Cuando toca la puerta y pasan unos largos segundos para poder volver a tocar y nadie le abre, Force está listo para irse y comerse la tarta de cerezas en su auto, pero la puerta se abre revelando a una alfa con pijama puesto y un ceño profundamente fruncido, ella lo está mirando como si quisiera asesinarlo y su lobo interior muestra sus colmillos aunque en realidad Force lo siente muy nervioso.

Put Me In The Sky, My Love || ForceBook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora