VIII - Mohicanos sangrientos y Chicas Malibú

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Apenas llegué a mi apartamento y colapsé en mi cama desarmada, los pies me duelen y el agotamiento se queda corto ante todo lo que he estado viendo y viviendo los últimos días, ¿Realmente podré mantener este ritmo durante el resto del año?

Decir que me siento agobiado podría sentirse egoísta sabiendo que fuera de la habitación hay gente que la pasa mucho peor que yo, me siento incapaz de expresar lo que siento porque si digo que la paso mal, sería como decir que la gente que está peor que yo tienen un infierno encima, que realmente es cierto; cuando pienso en ello no puedo evitar pensar en las cosas que solía vivir con mi hermana cuando era adolescente.

En Romania, los Van Helsing tienen una reputación inigualable —Gracias a Bram Stocker—, desde siempre, el apellido ha sido signo de la crema y nata de ese país. Puedo incluso admitir que mi familia administra el Castillo de Poenari, y rentan por puro capricho el Castillo de Bran para fiestas —Ambos pertenecientes del conocido Conde Drácula—.

Mi hermana era una genio, una mujer con un talento innato, irónicamente la gente siempre nos comparaba, a ella nunca le molestaba pero a mi me afectaba más que a nada, no podía llenar las espectativas de mis padres, la perfección solo estaba en mi cabeza rondando día con día para que mis padres no se sintieran avergonzados de tener un hijo como yo, inútil que no era ni la mitad de lo que su increíble y hermosa hija era, jamás la odié, al contrario le admiraba más que a nada.

Si hablamos de familiares, son muchos tíos, abuelos, tíos abuelos e incluso primos; mis padres son muy prácticos, con sólo enterarse que iban a tener gemelos era suficiente para ellos. Mi hermana, Jade, era una mujer fuerte y decidida, parecía sacada de un cuento de super héroes pero supongo que era demasiado joven o tonto para ver la realidad de todo, ganaba campeonatos de matemática, ajedrez, gimnasia, era perfecta para la herencia de los Van Helsing.

Siempre me vieron como una oveja negra, reprobaba mis cursos de la secundaria, me metía en problemas cada 3 días, aunque no entiendo por qué, era un buen muchacho que sólo intentaba hacer las cosas bien, por desgracia, nada salía bien. De lo único positivo que puedo hablar es que era bueno tocando instrumentos, mi padre me enseñaba y siempre me golpeaba con una regla en las manos para que hiciera bien cada partitura.

Recuerdo tanto la noche en el que todo tomó un giro inesperado en mi vida. Jade estaba enamorada de un chico muy extraño, nunca me cayó bien la verdad; lo conoció en la universidad y siempre llegaba de visita los fines de semana, mis padres lo aceptaron más rápido que a mí y al mes se volvieron pareja. De verdad, él era tan amigable conmigo y nunca me hizo nada.... Pero, maldita sea, su novio, su novio, siempre hacía cosas desagradables como matar ardillas y beber sangre de animales a escondidas de todos —sin saber que yo lo vigilaba—, nunca lo comprendí hasta que llegó momento.

Aquel chico alto siempre fue un vampiro y ella estaba tan enamorada de él que se obsesionó con querer convertirse en una para vivir eternamente su amor; Creo que el hecho de vivir en una familia muy estricta y cerrada es causa principal de que la curiosidad de un hijo sea mucho más grande que el de una persona promedio, vivir tan limitado causa un deseo libertinaje y anarquia a todo lo que te prohíben, Jade y yo siempre vivimos tentados por querer salirnos con la nuestra... y ella lo hizo primero.

Una de tantas noches por fin lo lograron, ví a mi hermana morir y revivir en el mismo instante en su habitación, quizás sería mi culpa por haber hecho ruido gracias a un tropiezo, pero, no lo hice con intensiones de delatarlos, senti a mis padres llegando al instante —pues se suponía que era hora en la que todos debíamos estar dormidos—, sus rostros lo decía todo, no podían soportar ver a su hija favorita convertirse en lo que tanto años estuvieron odiando; más que una sorpresa una decepción enorme, una humillación...

Yo (No) Odio A Van HelsingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora