[CAPITULO 85]

82 7 3
                                    

Después de un rato, Radis suspiró profundamente y se pasó ambas manos por la cara con brusquedad.

No importaba cómo le diera vueltas a esto, no había otra respuesta.

De cualquier manera, tenía que regresar.

"Sí, volvamos..."

Radis recogió su espada caída y se puso de pie.

Pero fue en ese momento.

Allí, en la empuñadura de la espada donde su mano ensangrentada la sostenía, las llamas se elevaron lentamente.

"¿Ah...?"

Este fuego no era de ella.

El fuego se manifestó como llamas de color rojo brillante, parecidas a pétalos, que no eran ni calientes ni feroces.

Las llamas se elevaron lentamente desde el interior del óxido que cubría la espada, como si estuvieran floreciendo.

Y el óxido poco a poco empezó a agrietarse.

Los trozos grandes cayeron al suelo y los pequeños ardieron.

La espada se reveló así en las manos de Radis.

"¡......!"

La espada que estaba descubierta en el interior... era completamente negra.

Se preguntó si así sería una espada hecha enteramente de obsidiana.

No era como una espada hecha de acero ordinario, y tampoco parecía una espada infundida con maná.

Además de eso, había estado atrapado bajo ese bloque de óxido por mucho tiempo, por lo que su superficie no debería verse tan pulida, pero parecía como si hubiera sido recién soldada.

"¿Por qué es así ahora?"

Radis cerró los ojos con fuerza y ​​​​luego los volvió a abrir.

Después de un barrido superficial, descubrió que ya había gastado toda la fuerza que tenía.

Todo aquí era mentira.

Parecía como si alguien hubiera lanzado un hechizo de alucinación sobre ella y de repente cambiara su espada original por esta.

"No creo que esta sea mi espada..."

Entonces, algo cayó frente a sus ojos.

[No es basura. ]

Medio quemada, ya no podía ver la 'n' y la 'ceniza', pero definitivamente era la nota que había pegado antes en su espada.

Radis se frotó los ojos con el antebrazo y luego volvió a abrir los ojos para recobrar el sentido.

Fue cuando.

[...tía. ]

"¿......?"

[¡Hestia...! ]

Radis arrojó la espada.

Con ojos fríos, recorrió los alrededores y vio la espada, la Aracne muerta y el huevo brillante.

Aquí no había nadie sospechoso.

Entonces, debería dejar todo atrás.

[ ¿A-Acabas de tirarme? ]

Radis respiró hondo. Luego, ella se dio la vuelta.

[Hestia. ]

"..."

[¡Hestiaaaa! ]

"¡No!"

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LHMCPECDLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora