Capítulo 4

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Jungkook, frustrado por la incapacidad de conciliar el sueño, decidió hacer ejercicio para agotarse físicamente

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Jungkook, frustrado por la incapacidad de conciliar el sueño, decidió hacer ejercicio para agotarse físicamente. Realizó una rutina intensa que lo dejó sin aliento, esperando que la fatiga lo llevara al ansiado descanso.

Al finalizar su agotadora sesión de ejercicios, notó que sus párpados se volvían pesados. Se dejó caer en la cama, sintiendo cómo el sueño comenzaba a envolverlo. Poco a poco, se sumió en un profundo sueño.

De repente, se encontró en un lugar distinto al que había estado en sus sueños. Era como si el paisaje fuera familiar, está ocasión se encontraba en bosque con abundantes flores. Jimin estaba allí, mirándolo con sorpresa.

— ¿Otra vez estamos soñando juntos? — preguntó Jimin, incrédulo.

Al contrario de Jimin, Jungkook esperaba la presencia de esté. Ahora tenía que empezar a armar el rompecabezas.

— Parece que sí. No entiendo por qué seguimos encontrándonos de esta manera en mis sueños. ¿Quién eres, Jimin? — inquirió Jungkook, buscando respuestas.

Jimin sonrió misteriosamente y señaló hacia un árbol cercano, rodeado de flores resplandecientes.

— Este lugar es lindo — Jimin se acercó al árbol —. No creó que decirte quién soy sea la respuesta o salida para dejar de soñar.

— Bueno, yo creo que tal vez pueda ayudar de algo— se recargo en el árbol—. Aparte yo ya conteste a tus preguntas la otra vez— sonrió.

— ¿Ahora cambiamos de papeles?— devolvió la sonrisa.

— Me parece justo que ambos sepamos del otro.

— Bien, de acuerdo— se acercó a Jungkook—. Soy Park Jimin, un chico al que le gusta vivir su día a día como si fuera el último y amo cada segundo de mi vida.

— Increíble, ¿Qué haces para vivir tú día como si fuera el último?.

Jimin, con una chispa en los ojos, compartió con Jungkook sus pasiones de una manera que iluminaba el bosque de flores donde se encontraban.

— Explorar cada rincón del conocimiento, pasear para sentir el pulso de la vida y encontrar inspiración en las diversas formas de expresión, eso es lo que me llena de energía. Pero, sobre todo, el lazo con mi familia es mi ancla en este mundo caótico — sus ojos reflejaban gratitud y cariño mientras hablaba.

Jungkook se sintió intrigado por la pasión de Jimin, como si cada palabra revelara capas más profundas de su ser.

— Entonces te gusta estudiar, pasear, expresarte y estar con tú familia— resumió Jungkook.

— Si, pero si lo dices de esa forma suena feo y aburrido.

— Bien, me disculpo— se rió—. ¿ Qué estudias?.

— Estudió idiomas y aparte literatura— sonrió orgulloso.

— Eso explica bastante— Jimin solo bufó ante su comentario.

— ¿En qué trabajas Jungkook?, recuerdo que dijiste que trabajabas para ser un productor de películas.

— Trabajo en una cafetería como mesero o en ocasiones estoy en la caja cobrando.

— Debes estar de un lado para el otro, que cansado.

— Si, es por eso que no tengo tiempo para nada ya que trabajo dos turnos.

— Entiendo, ¿Puedo decirte algo sin que te ofendas?— preguntó con cautela.

— Adelante.

— Deberías tener más tiempo para ti, no digo que sea malo trabajar para cumplir tus sueños pero encuentra más tiempo para ti y no dejar de hacer las cosas que te gustan.

Jungkook, reflexionando sobre las palabras de Jimin, se quedó en silencio por un momento antes de responder.

— Tienes razón. Tal vez necesito encontrar un equilibrio entre mi trabajo y mis pasiones. A veces, me sumerjo tanto en la rutina que olvido lo importante que es disfrutar de las cosas que amo.

Jimin asintió con complicidad.

— No se trata solo de cumplir tus sueños, sino de disfrutar el camino. De lo contrario, ¿qué sentido tiene?

Los dos compartieron risas, conectando a un nivel más profundo que la extraña coincidencia de sus sueños. A medida que exploraban el bosque de flores, Jungkook empezó a comprender que, en lugar de solo buscar respuestas, debía aprender a disfrutar de la experiencia única que estaba viviendo junto a Jimin.

En medio de la conversación, ambos empezaron a notar un juego sutil de coqueteo, una danza encantadora de palabras y miradas que dejaban entrever algo más que una simple charla.

— ¿Crees que hay una razón por la que seguimos soñando juntos? — preguntó Jimin, ahora con un brillo juguetón en sus ojos.

— Tal vez nuestros sueños están conectados por algo más grande de lo que podemos entender. — Jungkook respondió con un tono misterioso, uniéndose al juego de complicidad.

— ¿Cómo la leyenda del hilo rojo o el destino?.

— Tal vez nuestras vidas están entrelazadas de alguna manera, como si el destino nos hubiera unido en nuestros sueños — sugirió Jungkook, dejando que la idea flotara en el aire.

Jimin sonrió, captando la esencia del juego de coqueteo.

— ¿Quién sabe? Quizás nuestras almas estén conectadas de alguna manera especial.

Jungkook se acercó ligeramente a Jimin, creando una proximidad que solo intensificaba tensión entre ellos.

— O tal vez simplemente estamos destinados a disfrutar de estos encuentros oníricos — agregó Jungkook, con una mirada que sugería algo más que palabras.

Jimin respondió con un guiño juguetón.

— Sea cual sea la razón, estoy agradecido por estos sueños compartidos. Me está empezando a agradar.

— A mi también, no se por cuanto tiempo duré pero me gustaría conocer más de ti si es que volvemos a soñar.

— Yo también quisiera conocerte más, es interesante.

La conexión entre Jungkook y Jimin era innegable, como si el universo conspirara para que sus caminos se cruzaran incluso en los confines de sus sueños. La línea entre la realidad y la fantasía se volvía borrosa mientras disfrutaban de la compañía del otro en ese mágico bosque de flores.

De un instante a otro Jungkook despertó, con una gran sonrisa de oreja a oreja, deseando volver a soñar con el bello chico.

Le estaba agradando más de lo que debería, porque al final no sabía con exactitud donde podría encontrar a aquel chico.

Si no te encuentro ᵃᵘ ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora