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El día jueves había pasado rápido, probablemente se debía por el ambiente que había en la casa, nuevamente, feliz.

No había nada que cambiase eso.

Yeonjun y Soobin empezaban a tener una relación más cercana luego de su salida al parque de diversiones (cosa que hacía feliz a Sana).

Además, la mayor disfruta con sus hijos un tiempo para estar juntos y reírse en familia. Le gustaría mucho que su marido estuviera aquí también. pero lamentablemente su trabajo se lo impidió

Así mismo, en ese instante se encontraba la familia disfrutando un rico almuerzo preparado por Soobin.

Ya era día viernes, día en que la mayor debía volver a trabajar para dar por finalizada su labor y poder regresar oficialmente con sus hijos.

Estaba complacida, la casa estaba igual, o incluso mejor, de cuándo se habían marchado ella y su marido. Se podía notar claramente el arduo empeño que le ponía Kim por el hogar y sus hijos.

—¡No quiero que te vayas!— pidió Jimin con un puchero en sus labios.

—Mi bebé, ya te explique el porqué me voy. Volveré más pronto de lo que crees.

Soobin miró al menor con ternura, extrañaba mucho a su madre. Su mirada pasó a Yeonjun, quien estaba disfrutando su almuerzo sin escuchar la conversación ajena. Al parecer, cuando se enfocaba en algo, solamente podía hacer una cosa a la vez.

—Delicioso tu almuerzo, Soobin. Ya es momento de que tome el vuelo.—habló la mayor, ahora sí, llamando la atención de todos.

—Te acompañaré al aeropuerto.—dijo Yeonjun, levantándose de la mesa al paso de su madre.

Los pequeños Choi se despidieron de su madre, nadie soltó ninguna lágrima, sin embargo, estas atacaban por salir.

La mayor les repitió constantemente "Volveré pronto". Kim también se despidió de la mayor, está, agradeciéndole por el cuidado de sus hijos y dándole ánimos por el resto de los días hasta que ella volviera.

Yeonjun sonrió y se llevó en su espalda la mochila de la mayor, saliendo del hogar para tomar un taxi e ir destino al aeropuerto.

—Me alegro que pudieras venir, pensé que no alcanzaría a verte.—habló el hijo mayor de los Choi ya dentro del vehículo acompañado de su mamá.

—A pesar de venir con otra intención me gustó mucho estar estos dos días con.ustedes, los extrañaba.— respondió la mujer.

—¿Otras intenciones?— preguntó, pero lo único que recibió fue una risa de la mayor.

—Y cuéntame hijo, no sé si recuerdas una pregunta que te hice hace una semana... ¿Ya viste lo lindo que es Soo?

Yeonjun se sonrojó y miró, tratando de esconder su rostro, hacia la ventana.

—No sé de qué hablas.—respondió.

—Te pregunté si ya viste lo lindo y encantador que es Soobin.— repitió, aguantando una carcajada por lo tímido que se volvía su hijo.

—Y-yo...¿si?

—¿Sí qué?

—Es lindo y.. tierno.. y responsable, divertido, muy amable, respetuoso, humilde, aveces es tímido, otras veces cuando se relaja hace chistes y no para de hablar.— hablaba rápidamente sin percatarse las palabras que soltaba.

La mujer quedó satisfecha son la respuesta de su hijo, sonriendo al ver como luego de hablar su sonrojo aumentaba notablemente.

—¿Son amigos?—consultó.

—No estoy seguro...—susurró.—Pero, me gusta-ría bastante.

—Estoy muy feliz de escuchar eso.—concluyó.—Ay, ¡los amo mucho!

Y así, dando por terminada la conversación llegaron al aeropuerto.

Yeonjun se despidió con una sonrisa de su mamá, recibiendo muchos comentarios de "Cuida a tus hermanos" o "No más discusiones, son adultos".

Vio a su mamá irse y él mismo tomó nuevamente un taxi para regresar a su casa, con sus hermanos y Soobin.

Si fueran algunos días atrás el ambiente sería tenso, Yeonjun podía apostar que le daría vergüenza entrar al hogar con la idea de ver a Soobin.

2Le gustaba pensar que ese sentimiento se había esfumado y eso que no tenía del todo claro cómo sucedio. Pero lo agradecía totalmente.

Entró mirando a Soobin jugar con sus hermanos en la sala, viendo además televisión. Ambos sonrieron, incapaces de explicar el cómo se sentían.

Simplemente era magnífico.

—Ven Junnie, siéntate con nosotros.— le dijo Jimin a su hermano tanteando un espacio vacío a su lado.—Estamos viendo una película.

—¿Qué están viendo?—preguntó al momento de aceptar la invitación sentándose a su lado.

—Frozen—respondió Soobin con una sonrisa.— Es mi película favorita.

—La de Junnie igual.— respondió Jimin, sonriendo, volviendo a mirar en dirección a la gran pantalla al frente suyo.

Soobin miró en cambio a Yeonjun, viendo como asentía con la cabeza y fijaba su mirada a la pantalla. Sonrió levemente, bonita coincidencia.

Yeonjun, a pesar de suponer mirar la película, su mente se quedó con la información reciente. "Incluso compartimos pelicula favorita" Era extraño, pero cómico, simplemente nunca lo imaginó.

¿Qué otros gustos podían compartir?

Y así, con ese leve cuestionamiento interno se dio cuenta lo mucho que queria seguir conociendo a Soobin, saber sus gustos, sus comidas favoritas, su color favorito, su asignatura favorita, ¿día o noche?, ¿frío o calor?, ¿crees en el amor a primera vista?

Su mente formuló preguntas tan básicas, pero solamente las quería contestar con cierta persona. Soobin, Kim Soobin.

Lentamente junto los cables en su cabeza, quizá, sólo quizá, le empezaba a gustar Soobin. Pero siendo sinceros, ¿era esto posible? Pedía que su corazón y mente no le jueguen una mala pasada, o sin que él lo quisiese se empezaría a enamorar de aquel muchacho.

Por otra parte, mas bien el pensamiento de Soobin, su mente y corazón ya se encontraban debatiendo lo que sentía por Yeonjun. Sin embargo, no se permitió pensar mas ya que tenía una sola respuesta a todo.

"Es el hijo de mi jefa"

Para él, un simple "No".

Uno grande, rojo y mayúsculas. No.

Estamos hablando del señor maniático, Soobin, incapaz de pensar en gustar de ese chico. Pueden ser amigos, más que eso... temía que sucediera, con la simple de idea de perder su trabajo le asustaba lo suficiente para descartarlo.

Soobin tenía miedo de perder su trabajo.

Yeonjun tenía miedo de dañar su corazón.

Ambos tenían miedos incapaces de ignorar, deteniendo todo sentimiento que fluyera libremente. Aunque ambos son conscientes que estos no se irán.

Cuidador // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora