Maren
Me encontraba corriendo abajo de la lluvia y chocando contra todo tipo de gente, por lo que había escuchado más allá de los insultos era una balacera. Todos se cerraron, y nadie estaba dispuesto ayudar. Parecía común aquí.
Yo por instinto corrí, evité mirar atrás, pero la curiosidad mata al gato o era al ratón?
Pase de pensar en mi seguridad a algo tonto y choque contra alguien. Debía dejar de disociarse hasta en momento así.El chico me levanto de una y me obligo a correr.
- Para quien sos? a donde vamos? - trate de seguir su paso. Y de ver ante todo y contra la lluvia.
- Si no queres morir corre nena, por lo que ves... - Se voltea y gira rápidamente para que notara que no tan malandro. - No soy un viejo que se quiera aprovechar, agradece que ayudo no seas chapita.
- Como se que no eres un boludo que no se quiere aprovechar. - Le respondí con ironía entrando a un lugar.
- No se, pero conozco esto y no sobrevivís ni de palo, no importa que seas chapita. Vo no dura. - Una vez entramos, mire a mi alrededor.
- Mi casa, no es mucho pero hasta acá no llegan los tiros. Se debió armar algo feo, no pasa todo el tiempo pero lo suficiente para saber que hacer, mientras no estemos metidos en cosas como esas sabemos que no vienen hacia nosotros. - Veía la ventana para ver qué pasaba y se giró hacia mi al finalizar. - Danilo y vo?
- Maren, no soy de acá y tengo que regresar cuando crees que acabe esto? - le digo abrazándome a mi misma.
- Se nota que vo no sos de acá, te podrás ir mañana. Para la noche ya parara pero ahí se pone peor para quien salga de su casa, no tiros o si quien sabe viste pero te quitarán hasta lo que no tienes. No es seguro. Como llegaste vo acá? - Me pregunto mientras se dirigía a otra habitación, lo seguí por instinto.
- Me escape de mi casa, igual nadie se da cuenta. Suelo venir a veces pero nunca paso esto. - Respondí mirando como sacaba una camisa y sábanas algo viejas.
- Bueno tenes donde quedarte, mi hermano me aviso que tenía un laburo. No aparecerá hasta mañana, pero está seguro. Anda con cochi y ellos, andan con fierros y son los que manda acá. - Me da la camisa mientras habla y acomoda las sábanas en el colchón del suelo. - Si te cruzas con ellos deciles mi nombre y como si na, pero si no son ellos. - Me mira y quita la mirada. - Mejor olvida lo que te dije dice riendo.
- Como sabes que está seguro por andar con fierros, pistolas no? - respondí algo insegura.
- Si, y no es solo por los fierros. Todos ellos son como una familia y a mi me tratan de diez, son re buena onda. - Me responde mientras sonríe al pensar en eso. - Quedó, vo podes dormir acá. Yo en el sofá.
- Gracias, como sabes que no te matare mientras duermes y me iré con tus cosas. - Hablé rápido, no podía creer su buena actitud a una desconocida.
- No hay nada que te puedas llevar, y si me matas le quitas a uno de los futuros mejores jugadores de fútbol a tu país pensalo. - Me dice señalándome. Una vez se fue me quite la camisa negra y pantalones negro que traía. Cuando venía trataba de vestir cosas que disimularan. Estaba empapada, una vez me quite los botines agua cayeron de ellos.
La lluvia seguía, y solo se escuchaban personas correr o caminar afuera. Me puse la camisa ploma que tapaba lo suficiente, pero al ver que la parte de abajo faltaba me preocupe.
Camine lento hasta la cortina que tenía como puerta y asome mi cabeza, Danilo ya hacia dormido tapado lo que podía con su sudadera. Hacía frío y yo me había adueñado de sus cosas, preferí no levantarlo y cerré la cortina de la habitación, tendí mis cosas en la ventana a la cual un pedazo de madera del techo tapada protegiendo de la lluvia.