Trenes y Asientos.

922 79 3
                                    

Narra Guillermo:

Era un día algo gris para ser primavera, en verdad odiaba los días así, la humedad hacia que mi cabello se saliera de control pero mas no podía hacer. Salí temprano para tomar el metro de camino al trabajo, estaba cansado de la rutina y el papelo, pero más no podía pedir si quería pagar la renta de este mes. Tome el tren correspondiente y como siempre me quede parado, típico que no hay asientos a estas horas de la mañana. Mientras miraba por una ventanilla sin sentido alguien me hablo. Era un chico alto, con cabello color chocolate y una mirada profunda.
-Si quieres puedes sentarte, me bajaré en la siguiente estacion.-
Su voz no parecía encajar con su apariencia pero de igual forma le sonrei y le agradeci el gesto noble de su parte. Cuando toco la siguiente parada lo vi irse, no si antes mirarme y regalarme una cálida sonrisa. Algo en mi me hizo sentir extraño pero no le tome importancia.

(.....)

Había salido de trabajar algo tarde, estaba muy agotado y sinceramente solo quería dormir. Camine de nuevo hasta la estación para agarrar el tren que me llevaría a casa, hasta que unas estaciones mas lo volví a ver, el chico amable de la mañana tomaba el mismo tren que yo. Era extraño porque tomaba la misma ruta desde hace un año y jamas lo había visto por aquí o eso me parecía. Noto mi presencia y se sentó a lado mio, algo en mi volvió a sentirse extraño.

-Hola, soy Samuel. Tal ves no me recuerdes soy el chico de la mañana.-

Obvio lo recordaba quien iba a olvidar a alguien tan... Lindo. Que estoy pensando.

-Claro que lo recuerdo. Conteste rápido. Soy Guillermo, un gusto.-
Le extendi la mano regalando una de mis mejores sonrisas, me devolvió el gesto y prosiguió hablando.

-No te había visto por aquí Guillermo, y eso que tomo el tren casi siempre.- Contesto tan calmado y sonrinete.

-No, ni yo te había visto.- No se porque al verlo de reojo algo me hacia sentir nervioso, tal ves me estaba volviendo loco.

-Oh, bueno pareces un gran chico, tal ves algún día podríamos quedar a tomar un café o algo.- Contesto sonriente como si de un viejo amigo se tratase.

-Cla claro.- Conteste algo timido.

-Bueno, debo bajar en esta. Un gusto charlar contigo Guillermo.-

De las prisas no pude pedirle su número para quedar pero rogaba para que al día siguiente el tomara el tren temprano.

(.....)

Por alguna razón hoy quise levantarme temprano, no quería perder el tren. Mas bien no quería perderlo para poder ver a Samuel. Me hacia sentir paz y no sabia porque a decir verdad odiaba a todo el mundo y me había caído bien con solo unas palabras. Llegue a la estación y tome el tren correspondiente, lo busque con la mirada pero no lo encontré y era muy extraño, tal ves en la siguiente subiría. Pero eso nunca paso.
Al día siguiente repetí la rutina, y llegue temprano al metro. Esta ves el estaba ahí. Me volteo a ver y me regalo una gran sonrisa, se le veía cansado.

Hola!.- Comento entusiasmado. -Ayer no te vi en el tren, ¿Paso algo?.- Me miro algo pensativo.

-No, yo solo... Estuve algo ocupado con unas cosas familiares ya sabes.-

Sonaba algo inseguro pero le reste importancia. Hablamos de cosas triviales y vimos que teníamos cosas en común lo cual me alegró mucho.

-Bueno, un placer volver a hablar contigo de nuevo Guille, debo bajar ya.-

Casi se iba cuando recordé pedirle su numero.

Espera! No me has dado tu número, digo para quedar...

-Oh, claro toma.-

Buscó una pluma entre sus cosas y apunto su numero. Me entrego su boleto de tren con su número telefónico atrás. Y después de eso se marcho. Algo en mi volvia a sentir esa calma interior.

Volví a la realidad unos minutos después, llegue a mi parada y camine en calma hasta mi departamento, para ser un alquiler de segunda mano no estaba mal. Tenia un baño, una pequeña cocina comedor y una habitación donde podía dormir tranquilamente. No tenia apetito así que llegue directo a la cama, me recoste un poco y mire de nuevo aquel boleto de tren con el numero, no lo creia. Tome mi celular e ingrese los dígitos, luego guarde el boleto en mi mesita de noche y apague las luces. Al menos tenía la certeza que si no volvía a aparecer le mandaría un mensaje. El día había terminado bien después de todo.

Si llegaste hasta aquí es porque leíste mi ida de olla de las 4am uwu Dame a saber que les gusto (? Y si no igual la publicare :v solo es para deshogarme un poco

El chico del tren || Mini historia WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora