Vagones

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Narra Samuel

Ultimante me sentía faltal, las terapias no me servían de nada y a decir verdad ya no le veía caso a seguir con esto. El día llegaría.
Esa mañana después de salir de casa para ir a mis terapias me encontré a un chico muy peculiar en el vagón del tren, se le veía chistoso algo adormilado ya que era muy temprano. Yo debía bajarme en la siguiente estación así que decidí darle mi asiento.
El acepto y antes de bajar le regale una sonrisa. Llegue a mis terapias y ahí estaba mi mejor amigo, el único que quedaba, Fabián. Lo salude y me puse a los aparatos necesarios para comenzar con el tortuoso tratamiento, Fabián reía por lo bajo de lo chistoso que me veía con esas cosas encima.
-Deja de reír bobo, aun tengo fuerzas para darte un buen golpe.-
Aunque lo mio no era pelear con Fabián todo era diferente.

-Tranquilo o me iré por ahí a buscar algunas curvas y te dejaré solo en este lugar infernal.-
Parecía que hablaba en serio pero en verdad estábamos ambos demasiados solos desde hace mucho y dejarme por alguien mas lo dudaba.

-Mira calla que lo de darte un buen golpe sigue en pie.- Reí por lo bajo.

-Te estas volviendo amargado, deberías buscarte a alguien por lo menos o mas amigos gruñón.-
La verdad era que si, últimamente me sentía mal y sin ganas de todo, tal ves esto me estaba cambiando y me había olvidado de que afuera había un mundo. Pero ya no le veía sentido a muchas cosas.

-Sabes que quisiera encontrar mas personas pero no quiero encariñarme con alguien y hacerle sufrir. Tu mas que nadie lo sabe.-
Me me miro con una sonrisa algo torcida y con un poco de tristeza pero era la realidad de todo esto. Así era mi vida desde hace unos dos años. Termine mi rutina y me despedí de el con un abrazo, antes de volver a casa decidí ir al parque y sentarme un rato, casi siempre hacia lo mismo. Me sentaba ahí toda la tarde solo para dejar de pensar en mi miserable vida. Cuando mire hacia arriba ya estaba oscuro, decidí caminar a la estación y ahí estaba el chico de la mañana tan simpático y esta ves mas despierto, decidí hacerle platica, tal ves Fabián tenia razón necesitaba mas amigos. Lo salude y me pareció buen tipo, el tiempo platicando paso rápido y hasta le ofrecí salir a tomar algo algún día, sin darme cuenta mi bajada era la siguiente y casi salí corriendo, cuando me di cuenta recordé que no le había dado mi numero, tal ves mañana lo vería de nuevo.

(....)

Desperté algo adolorido del cuerpo, así era casi siempre después de cara terapia pero algunos días dolía mas que otros. El dolor era tanto que decidí mejor tomarme el día. La terapia de hoy podía esperar. Alcance mi teléfono y llame a Fabián, necesitaba ayuda y el siempre estaba ahí.
-Hola, ¿si, hablo con el mejor amigo del mundo?.- reí al escucharlo medio adormilado aun.
-Esto me suena a que quieres algo.- Se escuchó quejarse , la verdad era que si, me conocía muy bien.
-¿Tu lees la mente acaso? Como me conoces. Sabes que no puedo levantarme a veces, por favor ayudame hoy, ¿Si?.- Le dije en forma de suplicación y solo lo escuche reír del otro lado.
-Hm ya que.- Se quejo. -¿Como sabes que no estoy ocupado ahora mismo y con alguna tía a un lado mio? No piensas en eso.- Reí divertido.
-Lo se porque tu eres un chico aburrido y extraño, y ninguna chica se te acercaría.- No pude evitar reír ante lo dicho. Aunque era extraño Fabián era el tipo de chico que todas quisieran. Era alto, cabello color chocolate y algo ondulado, grande ojos amielados, buena complexión y una bondadosa personalidad. Me extrañaba que siguiera solo aun.
-Si sigues así no iré a ningún lado y volveré a mi cama. Ya voy para haya.- Se escuchó cortar la llamada y decidí levantarme como pude y tomar una ducha.
A la hora escuche tocar la puerta y era Fabián. Le abrí y le invite a pasar.
-No pareces tan enfermo ¿sabes? Te veo igual de tonto que siempre.- Típico de el siempre con sus malos chistes.
-Bueno en parte también te llame porque me estaba aburriendo. Sabes como soy.- Me encogi de hombros y el dolor volvió, decidí sentarme y Fabián me ayudo al notar que me quejaba.
-Te contratare una enfermera sexy. Tal ves así te sientas mejor y se te quite lo huraño.- Paso su brazo por mis hombros y creo se puso a imaginar a sus enfermara ideal, solo se le veía sonreír.
-Sabes, he seguido tu consejo, ayer en el tren le hice platica a un tipo.- Me miro algo raro pero sonrió aun así.
-¿Que dices? Como sabes que no es un asesino suelto o un loco! Además ¿hablas en serio? Tu haciendo un amigo, dime que es broma.
La verdad es que después de todo cuando había visto a Guillermo si no mal recuerdo su nombre, me pareció un buen muchacho y no un loco como Fabián afirmaba.
-Parecía un buen tipo, y era muy simpatíco. -Sonreí recordando sus albultadas mejillas cuando sonreia.

-Cuidado, no te encariñes ni te enamores.- Me advirtio. Pero, ¿Enamorarme? ¿De alguien que ni siquiera había cruzado mas de una hora de platica?
-Estas loco, sabes que nunca pasara, solo es un nuevo amigo y ya tonto. Olvidemos el tema y hazme el desayuno que para eso veniste.-
Después de desayunar con Fabián, decidimos prender la televisión y poner algunos videojuegos, nos divertíamos como enanos. Desde que conozco a Fabián nunca mas se volvió a separar de mi y me alegraba de eso. Cuando nos dimos cuenta ya era tarde. Estábamos cansados y decidimos pedir una pizza para ambos. No nos importaba estar gordos, seriamos unos amigos gordos felices. Fabián se fue cuando habíamos terminado de cenar, si a eso se le llamaba cena y me volví a quedar solo. Aunque en realidad solo ya me sentía desde hace mucho. Fui a mi habitación y me quede mirando el techo por un par de horas mas. Recordé al chico del tren, seria buena idea conocerlo mas y tenerlo de amigo, tal ves necesitaba un poco de aventura antes que todo aquello pasara.



Bueno aquí la segunda parte:) en fb me dijeron que les gusto y es raro ewe esto es el motivo de porque Samuel no llego ese día a el tren y quise narrar esta parte para que entendieran lo que pasara mas adelante. Si te gusto hazmelo saber gracias. El próximo capitulo ya sera narrado como en el día actual donde se quedó Guillermo:)

El chico del tren || Mini historia WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora