Construyendo vias

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Dicen que una amistad se puede ir construyendo de a poco y puede llegar a ser larga como las vías del tren, y aquí comenzaban unas pequeñas pero fuertes vías.

Era viernes por la mañana y Guillermo corría a la estación procurando no perder el tren, solo para ver a aquel chico el cual se le hacia interesante. Cuando subió al tren lo vio sentado del lado a la ventanilla tan perdido en sus pensamientos que no se percarto cuando Guillermo tomo asiento junto a el.

Hola!.- Guillermo trato de sonar alegre, tal ves eso lo haría cambiar su estado de transe.
-Ugh, Hola Guillermo, que tal.- Samuel sonaba igual que el día que desapareció, tal ves sus problemas familiares que había mencionado antes eran graves.
-¿Estas bien? Si quieres yo...
Guillermo no termino la frase cuando fue interrumpido por el de cabello chocolate.
-No, no, es solo que ya sabes, cosas.-
Guillermo no tenia ni la menor idea de que cosas se refería y pensó que tal ves ganándose su confianza el se sentiría mejor y tendría a alguien en quien confiar. Samuel le parecía un buen chico y algo misterioso, y vicebersa. Cuando ambos se cruzaron en el tren nunca imaginaron que podrían llegar a ser amigos, eran completos desconocidos y necesitaban algo de aventura en sus vidas.
-Mira, yo se que casi no nos conocemos pero puedes confiar en mi, digo si tu quieres.- La voz de Guillermo apenas se escuchaba en aquel vagón ruidoso, pero Samuel giro a verlo de repente y una sonrisa había salido, Samuel lo miraba con alegría, nunca alguien se preocupaba por el bueno a excepción de Fabián que era el único.
-Lo lo siento, solo es que soy nuevo en esto de hacer amigos y hablar con personas, soy algo huraño.- Samuel miro apenado a Guillermo y ambos soltaron una risita nerviosa.
-Lo comprendo soy igual o peor. Pero como ya dije puedes confiar en mi y no te juzgare.- Guillermo hablaba en serio, el no era nadie para juzgarlo y muchos menos juzgar a alguien que apenas conoce. De pronto Guillermo se le ocurrió algo loco pero que ayudaría a ambos a conocerse mejor.
-Se que apenas hablamos en el tren pero, ¿Quieres salir a tomar un café? Nos ayudaría a conocernos mejor, ya sabes...
Samuel se sorprendió un poco, era extraño que un chico invite a otro chico incluso Guillermo lo veía algo extraño pero sabia que todo era en plan amistoso y para conocerse mejor. Samuel lo pensó e hizo memoria que día no tenia terapias.
-Eso seria genial, te parece el hm ¿Domingo? Sonrió al saber que saldría con un amigo después de Fabián. Guillermo se puso un poco nervioso y rasco su cabeza. Domingo, en dos dias. Todavía no empezaba el viernes y ya estaba planeando que usar ese día. Samuel no dejo que contestara si podía o no el domingo y se levanto para poder bajar en la siguiente estación.
-Tu silencio me confirma que si puedes, entonces hasta el domingo Guillermo.- Le regalo una ultima sonrisa y bajo de aquel tren. El mas chico se quedo flipando y soltando un gran suspiro. -Domingo... Volvió a suspirar y esperar a que llegara a su destino.

El chico del tren || Mini historia WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora