El chico del tren || Mini historia Wigetta

Epilogo

Guillermo parecia cansado. Había vuelto de la escursion en la montaña, y aunque la adrenalina aun seguía con el, algo lo hacia sentir incompleto. Vio la fecha en el calendario del cuarto de hotel.
Faltaba una semana para un día muy especial. Tomo una hoja junto con un bolígrafo y decidió escribirle por si no llegaba a tiempo.

"Hola!

Espero estés bien, y que lo estés cuidando por mi, las vacaciones han estado muy extremas aunque sabes que me hace falta algo, se que no he estado en el país estos meses pero no olvido que día sera pronto, dile que lo ire a visitar sin falta. Después de todo me dio este gran regalo y que yo no le de el suyo seria injusto.

Espero llegue la carta a tiempo, Saludos a todos, Guillermo.

Había estado viajando y en parte le hacia sentir mejor, la depresión ya no estaba y era su sueño conocer el mundo, aunque no de esta manera, metió la carta en el sobre y rogó que le llegara a tiempo.

(...)

Guillermo había llegado justo a tiempo aquel sábado. Bajo del avión y ahora debía viajar en tren como lo había hecho mucho tiempo atrás. Había pasado un poco mas de un año desde que había empezado ese tour por el mundo. Era un regalo de bodas que Samuel había comprado para ambos. Y aunque extrañaba su compañía era mejor no recordar todo lo malo que había pasado hace unos meses.

Compró un boleto para el tren y subió. Era la estación de siempre. Aun habían las misma personas de aquella hora, e incluso todo olía igual. Todo menos la persona que solía estar en esa hora.
Todo le recordaba a el, porque ahí había comenzado su pequeña historia con aquel extraño. El tren hizo una parada y un joven subió. Guillermo sonrió tontamente. Pero esta era la vida real, y aquel chico no era su Samuel.

Por fin llego a donde era su destino, el apartamento de Samuel. Fabián ahora vivía ahí, alguien debía cuidar la casa después de todo.
Entro sin tocar la puerta y un Fabián alegre de verlo se azomo.