Capítulo 9: ardua investigación

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Sentado en su despacho, Inasa revisaba todos los documentos que había recibido sobre el asunto en cuestión que últimamente rondaba su cabeza: Shoto Todoroki. Al mirar todo eso, supo que habían hecho un gran trabajo recopilando toda esa información, pero para tener la mejor red de espionaje del país, le parecía poco.

‒ ¿Y ya está? – preguntó Inasa – no niego que todo lo que traéis aquí es una información valiosa pero quiero más, mucho más.

‒ ¿Más, señor? – preguntó uno de sus secuaces.

‒ Sí, más.

‒ Sólo nos ha faltado saber hasta cuántas veces va al baño – sonrió uno de los secuaces, uno de los que más confianza tenía con Inasa, éste sonrió.

‒ Pues mira, eso no estaría mal. Quiero toda la información, absolutamente toda. Indagad mucho más y más profundo. Quiero saber todo lo que puede esconder, sobre todo de su adolescencia.

‒ Con todo respeto, pero no creo que ese chico tenga demasiadas cosas que esconder. Es... aburrido.

‒ ¿Aburrido? – Inasa rió al escuchar esa palabra – Shoto puede ser muchas cosas, pero no es aburrido.

‒ Siempre hace la misma rutina, a las mismas horas, ni un minuto más ni uno menos. ¿Cómo llamas a eso?

‒ Bueno... quizá tiene un poco de asperger – comentó Inasa –. Siempre ha sido un genio. Tiene sus cosas raras, como todos los genios.

¡Sí! Shoto siempre había sido un poco raro en algunos aspectos, no lo negaba. De adolescente, odiaba sus manías, ahora, le gustaban en cierta manera y todo, por una noche de sexo con él. ¿Quién diría que ese chico tan reservado y rarito era capaz de proporcionarle el mejor sexo de todos?

¿Qué quería saber exactamente? Su motivo para rehusar su ofrecimiento. Nadie en su sano juicio, renunciaba a tener sexo del bueno sin compromiso alguno así sin más. Shoto lo había hecho alegando que sus familias se odiaban, pero eso no era algo que a él le hubiera importado demasiado mientras funcionase el sexo, siempre podían esconderse de sus familias. Tenía que ser otra cosa.

‒ Averiguad que esconde – repitió Inasa.

Sus investigadores se marcharon, pero hubo una persona que decidió no hacerlo en ese instante. Su mejor amigo desde la infancia y que trabajaba para él desde prácticamente la misma edad, decidió quedarse a solas en la sala para evitar que otra gente le escuchase. Seiji Shishikura siempre prefería hablar cara a cara con su amigo, pero a solas para evitar ofender o meter la pata frente a otros.

‒ ¿Necesitas algo, Seiji? – preguntó Inasa con confianza al ver que se habían quedado solos.

‒ Sí que hay algo raro en Todoroki, señor.

‒ Déjate de formalismos, estamos solos. Háblame como siempre.

Seiji sonrió algo más tranquilo.

‒ ¿Qué has encontrado?

‒ No demasiado todavía pero... durante su estancia en el instituto su comportamiento empezó a cambiar radicalmente. He hablado con compañeros suyos de clase de esa época y muchos me han dicho que creen que tuvo una relación con alguien. No están seguros de quién o si sólo fue un rumor.

‒ Así que salía con alguien, en principio. Investiga eso. Quiero saber quién y qué ocurrió, porque si algo sé seguro, es que ahora mismo no está saliendo con nadie.

‒ Me llevará tiempo, Shoto es demasiado precavido e inteligente. Si tiene algo que ocultar, lo habrá ocultado muy bien.

‒ Lo sé – dijo Inasa – siempre tiene ese semblante de chico perfecto. Es demasiado inteligente, no deja nudos sin atar. En apariencia, es como si tuviera la vida perfecta. Trabaja mucho, no se mezcla en problemas ni líos y si los tiene... debe apañarse él sólo. Pero hay algo por lo que no inicia relaciones personales, de eso estoy seguro.

The tattooist (Boku no hero: Baku-deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora