Ya era hora de irme, no me quería ir, quería estar al lado de Kai, pero no podía. Fingí levantarme de golpe intentando fingir que no estaba despierta todo el rato. Él rápidamente sacó su mano de mí, pelo y me dijo:
— ¡Por fin te levantas! Tu madre lleva llamándote hace media hora.
— ¿Ah si? Perdón estaba muy dormida.
— Si ya vi - Se río-
— ¿Y por qué no me levantaste?
— No sé.
— Bueno, no pasa nada, ayúdame a sacar el colchón a la furgoneta
— Vale
Sacamos el colchón y volvimos a mi habitación para acabar de sacar todas las cosas que quedaban. No me quería ir. Estaba muy bien con Kai, pero, por otra parte, me quería ir, por mis "amigas". ¿Qué pensarían de mí?
Mi madre me dijo que ya era hora de que nos vayamos, aparecieron unas pequeñas lágrimas en mis ojos, quería estar con Kai para siempre, mi amistad desde que tenía 3 años iba a distanciarse. Solo con pensar eso me ponía triste.
Kai vino hacía mi a darme un abrazo, no quería que ese abrazo acabase, quería quedarme así para siempre, pero eso, no es posible.
— Pau, siempre te voy a extrañar, no quiero que te vayas. - Dijo con unas lágrimas -
— Ni yo quiero irme, pero, es lo que toca. - Empecé a llorar -
— Pauuu, no llores, que si no yo también voy a llorar.
Lloré más.
— Pau, sabes que siempre estaré aquí, si alguna vez quieres venir a visitarme aquí estaré.
— Yaa, pero, no es lo mismo. - Dije quitándome las lágrimas de la cara -
— Ya, lo sé.
Me subí a la furgoneta mientras me caían algunas lágrimas por las mejillas. Miré a Kai, no quería irme de aquí, esta era mi ciudad.
Mi madre arrancó la furgoneta.
— Bueno Pau, supongo que ya te tendrás que ir. Te juro que algún día te iré a visitar.
Solo le miré y dije que sí con la cabeza
— Kai, ya nos veremos, aunque sea en mucho tiempo.
A mi madre también le salían algunas lágrimas, empezamos a irnos.
Kai estaba despidiéndose y yo veía como se alejaba, no lo podría volver a ver, donde nos mudaremos está bastante lejos, a unas 3 horas en tren.
Cuando ya no podía alcanzar a ver a Kai lloré más. Mi madre sacó mi libro favorito de su bolso para que me pueda distraer, al menos podía leer. En el camino, vi un parque donde siempre quedaba con mis "amigas" no había nadie, pero cuando mi madre da la vuelta veo a mis "amigas" - JODER, ¿HAN QUEDADO SIN MÍ? ¿EL DÍA QUE ME VOY DE ESTA PUTA CIUDAD? -
Me dio mucha rabia, pero, sabía que eran malas amigas, y en algún momento en ese grupo pasará algo. Pero, el simple hecho de que hubiesen quedado sin mí el día que me iba, me jodía.
Seguí leyendo mi libro para intentar olvidar todo y como iba a cambiar mi vida. Me dormí la mitad del camino, y cuando me levanté tenía hambre.
— Ah, ya te has levantado, te quería preguntar si querías ir a comer algo.
— Pues sí, por favor, tengo hambre.
— Vale, pues busca algún restaurante de por aquí cerca y vamos a comer.
— Vale.
Busqué algún restaurante cerca de nosotras, había un KFC cerca, así que le dije a mi madre que podríamos ir.
Cuando llegamos al KFC me pedí un cubo de alitas de pollo, siempre me lo pedía con Kai, solo que, esta vez, sin Kai.
Acabamos de comer y volvimos a la furgoneta para llegar a nuestra nueva casa. El resto del viaje estuve leyendo un poco más de mi libro favorito y escuchando música.
Llegamos a nuestra casa nueva, es una casa pequeña pero perfecta para nosotras 2. Tiene 3 habitaciones, 1 baño, 1 comedor bastante grande y una cocina moderna. Fui a ver mi habitación, a ver, no está mal, tiene 2 ventanas grandes y es bastante espaciosa. Es acogedora. La casa es muy bonita, es solo, la ciudad en donde estamos. Los de mudanzas vendrían mañana a poner todos los muebles, entonces hoy tenía que dormir en el colchón que puse en la furgoneta con Kai. Ayudé a mi madre a sacar su colchón y el mío y a sacar la mesita del comedor. Era lo único que habíamos traído.
Como aún no era muy tarde, fui a ver lo que había en los alrededores de la casa, había una plaza con un parque, y había una estación de autobús. Con el autobús podría ir al centro, que es donde hay tiendas de ropa y de todo. Y también había un skateboard a 5 minutos caminando. No está mal, yo hago skate desde los 10 años.
Empezó a anochecer, así que volví a casa. Pedimos una pizza, ya que en la nevera no había nada, obviamente.
Fui a dormir en mi colchón, pero recibí una llamada de Kai.

ESTÁS LEYENDO
Un gran cambio
RomanceUn libro de romance, drama sobre una chica llamada Paula, era bastante popular en su antiguo instituto, se muda a una ciudad muy lejos de donde vive ella. Ella entra a un instituto nuevo, ¿será popular también?