Recibí una llamada de Kai, ay dios, lo amo, no hace ni un día que no lo veo y ya se ha preocupado por mí, ¿Qué haré sin él? Obviamente le respondí la llamada
— Holaaa Pauu!!!
— Hola Kaiii
— No pensaba que ibas a responder, pensaba que ibas a estar dormida
— ¡Ah, yo no soy como túuu!!
— Bueno, ¿qué tal en tu casa nueva?
— Bien bueno, aún faltan los muebles, la casa está bastante bien, es muy moderna. Aunque no es mejor que estar en mi casa de antes contigo.
— Ay no ha pasado ni un día y ya te echo de menos
— Yaa y yo
— Al menos, ¿hay algo bueno de estar ahí?
— Sí, bueno, hay un skatepark a 5 minutos andando, y ya sabes como me gusta hacer skate. Pero no podré cumplir mi promesa.
A Kai le prometí que le enseñaría a hacer skate, al menos un kickflip, pero, supongo que ya no podré cumplir la promesa.
— Ay, y ¿por qué no podrás cumplir la promesa?
— Porque ahora vivimos lejos, no te podré ver todos los días
— Pero, nos podremos ver, sea como sea.
— Bueno, pero, no será lo mismo, y lo sabes.
— Pues no, no lo sé.
— ¿Y por qué no lo sabes?
— Pues porque te puedo ver las veces que quiera yendo en tren, o en coche, ahora tengo el carnet de conducir, ¿recuerdas?
— Si ya, lo que tú digas
— Oye, no te pongas así, si nos veremos.
— Bueno
Hubo un silencio un poco incómodo, sabía que Kai me quería ver y yo a él, pero no se puede tener todo en esta vida. Supongo que lo tendré que extrañar.
— Bueno Kai, me voy a dormir, tengo mucho sueño
— Bueno, vale, buenas noches, Pau
— Buenas noches
Apagué el móvil y me fui a dormir.
Me desperté al escuchar unos gritos de mi madre.
— PAULAAA!!!
No tenía ganas de gritar, así que bajé abajo a ver que quería.
— PAU-
— ¿Qué pasa ma?
— Ah, mira afuera
Vi a Kai con un ramo de flores a fuera de casa
- ¿QUÉ? ¿ESTOY SOÑANDO?
Fui rápidamente a abrir la puerta y vi a Kai, dios mío, parecía que hubiesen pasado 100 años. Unas lágrimas se derramaron de mis mejillas.
— ¡Pau!! ¿Ves como te prometí que podía venir cuando quisiera?
— ¡Kai!! ¡No me creo que estés aquí!
— Pues créetelo, porque estoy aquí
— Ay sí, qué gracioso
Se acercó a mí y me dio unas flores que olían a campo de flores recién regado.
— Kai qué bonitas son estas flores, las amo.
— Bueno, quería darte un pequeño detalle por haber venido, ¿no?
— Pues muchas gracias, así tengo algo para poner en mi jarrón
Mi madre vino y nos dijo:
— Oye, y si vais a ver un poco los alrededores, o podéis ir al centro. Solo lo digo porque van a venir los de la mudanza y pueden estorbar un poco, Paula si quieres dinero te doy.
— Ay, ¿qué te parece la idea Kai?
— Pues por mí, perfecto
— Vale, pues espérate a que me cambie de ropa. — Llevaba unos pantalones de pijama y una camiseta apretada.
Me cambié, me puse un poco arreglada, me puse una camiseta de manga corta, y unos pantalones cortos que me llegaban por la rodilla, amaba esos pantalones, eran como anchos, pero a la vez no. Me puse rímel, un poco de corrector para las ojeras y un perfume de mi madre que olía a vainilla y flores, amaba ese perfume. Pero... ¿Por qué me arreglé tanto? No me gusta Kai. Bueno, lo siento por Kai porque lo hice esperar un poco de tiempo. Salí de la habitación y Kai dijo:
— Alaaa, ¿esos eran tus pantalones favoritos, no?
— Sí, y lo siguen siendo.
Vi a mi madre en la cocina hablando con los de las mudanzas para que supieran donde tenían que poner los muebles, saludé a los de las mudanzas y le dije a mi madre que me iba a ir con Kai. Kai había traído su skate, podría enseñarle algún truco.
Kai y yo fuimos a la plaza que había cerca de mi casa y nos sentamos en un banco.
— Oye Kai, ¿qué podemos hacer?
— Pues no sé, ¿Y si vamos al centro? Es que como lo ha dicho tu madre, pues he pensado que podía ser una buena idea.
— Vale, vamos a la estación de autobús
El skatepark estaba al lado de la estación de autobús, el autobús iba a tardar un poco en llegar.
— Oye, ¿y si vamos al skatepark? Así te enseño como es.
— Eh, vale, pero que no lleguemos tarde al autobús.
— Sí, no vamos a llegar tarde.
— Kai, ¿y si te enseño a hacer el ollie ya de una vez?
— Vale, pero, recuerda que el autobús no llegara más tarde de 10 minutos.
— Ya, ya lo sé.
Le enseñé a Kai como debía de poner los pies en el skate para hacer el ollie, como él tenía miedo de caerse, se agarró de mi cintura, en ese momento, sentí esa sensación en el pecho, otra vez. ¿Y si me enamoro de él? ¿Ahora no pasaría nada verdad? Le puedo ver varias veces al mes.
— Pau no sé cómo se hace esto, ya sabes que no soy bueno con el skate — Dijo frustrado
— Ya lo sé, pero, para algo te estoy enseñando, ¿no?
— Bueno, ¿qué hora es? Vamos a llegar tarde al autobús
Miré la hora, quedaban 2 minutos para que llegara el autobús, justo a tiempo.
— Ay, pues mira, quedan 2 minutos para que llegue el autobús
— Vale, pues vamos
Fuimos a la estación de autobús y aún no había llegado, éramos las únicas personas esperando al autobús. Estaba viendo historias de Instagram en mi móvil para hacer tiempo, pero, levante la cabeza y miré a Kai. Él también dejó de mirar el móvil y me miró a mí también. Otra vez, la sensación rara en el pecho, solo con verle me pasaba eso. Creo que sí estoy enamorada de él. Nos estábamos mirando fijamente mientras pensaba eso, pero Kai se acercó más, ¿qué quería hacer? Yo también me acerqué más, Kai se acercó aún más. ¿Me va a besar? ¿Realmente quiero que me bese? Pero, ¿Y si sale mal? No, no, no puedo.

ESTÁS LEYENDO
Un gran cambio
Roman d'amourUn libro de romance, drama sobre una chica llamada Paula, era bastante popular en su antiguo instituto, se muda a una ciudad muy lejos de donde vive ella. Ella entra a un instituto nuevo, ¿será popular también?