TW: Ansiedad, suicidio. Repito, si eres sensible a algo de esto estás a tiempo de salir de la historia.
Poppy avanzaba por el pasillo del búnker afelpado. Había un silencio aterrador, no era normal en Branch.
Anda lentamente hacia su cuarto y abre la puerta esperando ver a Branch dormido, rezaba con todas sus fuerzas para que fuera eso pero no estaba allí tampoco. Se estaba empezando a agobiar y un sudor frío se instala en su frente. ¿Le habrían secuestrado? No, Branch es demasiado fuerte y escapa de los peligros muy fácilmente.Entonces recuerda lo débil que se veía hace unos días. El pobre troll tenía las orejas decaidas y estaba más delgado de lo normal. Para a sentarse en la cama del troll, realmente estaba empezando a sentirse mal. Le tiemblan las manos y le falta la respiración. Sea lo que le hubiera pasado sería culpa suya de no haber podido ocuparse de el.
Cuenta hasta 10 para calmar su respiración y a su corazón, cual latía furiosamente. Se vuelve a levantar y se dirige al salón, cada vez que entraba más en esa sala más oscuridad había. Se para al ver una sombra en medio del salón. Su corazón empezó a latir de nuevo intensamente. ¿No podía ser, verdad? Avanza mientras temblaba más y más.
Una vez que estaba allí enciende las luces para dejar ver el cuerpo gris sin vida de Branch.
-"N-no puede ser... ¿¡Por qué, Branch?!"- Corre hacia el cuerpo con las lágrimas en los ojos y le quita la cuerda de alrededor del cuello. Inmediatamente le toma el pulso para notar que era inexistente.Su cerebro, que normalmente sólo pensaba en cupcakes y arcoiris, no podía procesar esta información y mueve a Branch gritándole desesperadamente que se despertara. Él no podía estar muerto, tenían mucha vida por delante, ella habia podido hacerle feliz y sacarlo adelante, ¿qué había ocurrido ahora?
Deja el cuerpo de su Branch en el suelo y se sienta sobre sus rodillas. Sus orejas decaen y las lágrimas se intensifican. Nunca creyó poder sentir tanto dolor desde que los Bergens los habían secuestrado en esa gran olla.
-"Lo siento mucho, Branch. Debí haber estado contigo en vez de hacer los deberes de reina, tu salud es la más importante para mi. Y si te preguntas por qué, porque te amo. Eras un troll amable, precavido y gracioso cuando te lo propones. Todas esas cosas hacen amarte... Voy a echar de menos tus manos y tus quejas cada vez que nos pongamos en peligro..." Poppy empezaba a tartamudear. Realmente le faltaba el aire y por culpa de los mocos su nariz estaba entrapada y eso hacía más difícil hablar.Ella no tenia ganas de irse de su lado aunque ya pudiera hacer poca cosa. Simplemente llora desconsoladamente entre las paredes silenciosas del búnker.
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Los hermanos corren hacia el búnker de su hermano pequeño. Floyd iba por delante con muy mala cara. Ya les había advertido a los demás de su mal presentimiento sobre Branch. Y el hecho de que no se encontrara por el pueblo a estas horas de la mañana era mala señal. O se había quedado dormido o algo malo le había pasado.
JD se acerca a la puerta del búnker y llama furiosamente por la advertencia de Floyd. Quería asegurarse de que Bitty B estuviera bien y solo fuera una falsa alarma.
-"En el caso de que Branch este bien he traído unos dulces para comerlos juntos para nuestro primer plan de hermanos." Bruce rompe el silencio y muestra una cesta llena de palmeras, magdalenas, bombones... "¿Creéis que a Branch le guste lo dulce?"
-"Cuando era pequeño recuerdo que se hartaba a chocolate todos los días aunque la abuela lo regañase." Resalta Floyd, quien siempre había estado con su hermano cuando estaban juntos.
-"Y si no le gusta, más para mi." Termina de decir JD. A él le encantaban los dulces.
-"El caso, bien hecho Bruce, ¡nuestro primer plan juntos después de 20 años! Ya tengo ganas de estar junto a él para comer y hablar hasta la madrugada... Aunque dormir poco tiempo es poco saludable para nosotros y podemos coger insomnio." Clay felicita a Bruce pero después se preocupa por la seguridad de todos, parte de ser serio o eso supone.
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Tal vez en otra vida...
FanfictionBranch se encuentra en su búnker, donde sólo quedan él, sus pensamientos y la soledad que le inunda en un momento tan crítico.