8🐿️

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-¡Mira que linda foto, hyung!

-Taehyung, quítala de mis ojos, por favor.

-Yo igual encuentro que te ves muy bonito.

JungKook se hundió en su asiento, observando la foto que Taehyung sostenía, sin borrar la sonrisa de su rostro. En la imagen, JungKook estaba abrazando el aguacate que JiMin le llevó, en su forma ardilla, mientras el alfa le observaba. HoSeok le sacó la foto, desprevenido al estar atragantándose con la comida.

Santo dios, qué humillación.

-Salgo horrible -gimoteó JungKook, agarrando sus cosas para salir de clases. El timbre que anunciaba la finalización de la jornada escolar tocó segundos atrás-, mira esas mejillas hinchadas, qué vergüenza...

-¡Te ves muy cuchi! -dijo Tae, feliz-. La próxima vez, ¿puedo comerte?

-Cómete a HoSeok -replicó JungKook, y Taehyung se volteó hacia HoSeok, cuyas orejitas cayeron contra su cabello.

-¡No! ¡No! -saltó HoSeok, comenzando a correr por los pasillos atiborrados de gente, y a Taehyung no se le ocurrió nada mejor que seguirlo, sonriendo por la emoción.

JungKook los observó desaparecer, sabiendo que se los encontraría en la salida del colegio, así que siguió caminando, agarrando su mochila con fuerza. A veces, algunos de sus compañeros le quitaban la mochila sorpresivamente, y él no podía hacer nada.

Sin embargo, no dio ni dos pasos, cuando alguien lo agarró del cuello de su suéter. Soltó un chillido asustado, volteándose y palideciendo al ver el rostro burlón de Youngdo.

-¿Para dónde vas, gordo? -preguntó Youngdo, y JungKook notó que estaba con un amigo, otro matón llamado Sikyung.

-Pa-para... mi... mi casa... -barboteó, temblando por el miedo, y quiso retroceder, pero Youngdo lo agarró ahora del brazo.

-Hoy estoy muy estresado, bola de grasa -suspiró Youngdo-, así que tengo muchas ganas de golpearte.

-Por favor, Youngdo... -gimoteó JungKook, a punto de llorar.

-No te preocupes, no debería dolerte -Youngdo, con su mano libre, le agarró de pronto el estómago, arrancándole otro chillido-. Con toda esta grasa, no te haré mucho daño.

Escuchó la risa de los dos matones y jadeó por el dolor al sentir el apretón fuerte que le dio Youngdo. Su colita se crispó, pero antes de convertirse en una ardillita para salir corriendo, alguien más habló.

-Mira, idiota, o sueltas ahora a JungKook -dijo JiMin, su voz era un gruñido furioso-, o te arrancaré las bolas.

Youngdo y Sikyung saltaron ante la amenaza, girándose para ver al alfa de pie detrás de ellos, con sus ojos oscurecidos. Youngdo lo soltó, retrocediendo.

-Sólo jugábamos -dijo el híbrido de hiena con tono inocente.

-Y una mierda -JiMin dio otro paso-, si le vuelves a hacer daño, te mataré con mis propias manos.

Con esa amenaza, los dos chicos salieron corriendo lejos de allí, dejándolos solos. JungKook sorbió por su nariz, todavía asustado, y JiMin se le acercó, buscando un pañuelo en su bolsillo.

-Ya, está bien, Seokie -le dijo el alfa, apretándole la naricita para limpiársela-, ellos no te harán nunca más daño.

-Siempre me molestan -lloriqueó JungKook, un poco sorprendido de que su omega no estuviera temblando ante la presencia del alfa.

-Deberías defenderte -aconsejó JiMin-, ellos lo hacen porque...

-¡No puedo! -gritó JungKook, volviendo a llorar-. ¡No... no puedo! ¡E-ellos son a-alfas carnívoros que... que me pueden co-comer! A-aunque quisiera enfrentarlos, mi la-lado ardilla les ti-tiene mucho miedo...

Wild Chipmunk | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora