Wild Chipmunk | Jikook

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Advertencia de la autora⚠️

pd: no quiero ver comentarios en este capítulo juzgando a JungKook, o me agarraré a pelear con cualquiera que salga a ofender a mi bb.

algunas personas ya se dieron cuenta, pero Kookie tiene un claro cuadro de ansiedad y problemas con la comida. para los que sufrimos de ansiedad, ver cómo las cosas se nos salen de control es una de las cosas más terribles que nos pueden pasar, pueden gatillar un montón de otras cosas y cada persona reacciona distinto a cada situación. Kookie tiene muchas weas que resolver, y el tema de la intimidad es uno de esos.

por lo mismo, también advierto: no verán escenas de sexo, al menos por ahora. se hablará el tema, pero el smut no es algo fundamental en estos capítulos por todo lo que tiene que enfrentar JungKook antes de dar ese gran paso

por otro lado, tampoco quiero comentarios criticando el actuar de JiMin. xdios, sólo tiene 17 años, puede equivocarse y no tiene las herramientas necesarias para poder contener, como corresponde, a una persona en medio de un ataque de ansiedad. a él también le falta un camino que recorrer en ese sentido, a veces actúa pensando en que está haciendo bien y puede que no sea así, pero no lo juzguen por eso tampoco

                       

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Cuando JungKook empezó su relación con JiMin, si bien se encontraba muy enamorado de él, jamás pensó que fueran a durar más allá de dos meses.

Por eso mismo, cuando cumplieron los cinco meses, no podía aguantar la emoción que significaba para él. Cinco meses eran... Era mucho para él, era más de lo que alguna vez soñó en su vida.

Así que, cuando JiMin le invitó a cenar a su casa, no dudó en aceptarlo. Por casualidad, su aniversario coincidió con una salida de sus padres, que irían a visitar a los abuelos paternos de JiMin, junto con Ryujin. Al inicio, se entusiasmó un montón por lo que significaba: ellos iban a tener un momento romántico sin nadie que les molestara.

Y luego, se dio cuenta de eso: ellos estarían solos, en la casa de JiMin, celebrando su aniversario. JungKook no era tonto, y sabía que eso podía significar algo que le daba terror: tener sexo. Hacer el amor. Follar. Tirar. Coger. Lo que fuera.

De sólo pensarlo, podía sentir cómo su rostro se deformaba por el llanto. Era peor de lo que imaginaba.

Y lo peor no era eso. Lo peor era que no se atrevía a decirle a JiMin que quería cancelar esos planes, porque sabía que el alfa podía enfadarse, o incluso terminar con él. De sólo pensarlo, JungKook se sentía más en desgracia. Tampoco tenía el valor suficiente para hablarlo con sus amigos, pues temía que le quitaran peso a eso o le dijeran que exageraba.                 
Por eso mismo, terminó cometiendo un terrible y gran error: iba a bajar de peso en lo que quedaba de la semana, costara lo que costara.

―JungKook, ¿otra vez trajiste lechuga?

Se sobresaltó cuando escuchó las palabras de Taehyung, detrás de él. Como si estuviera cometiendo un crimen, JungKook cerró su recipiente con fuerza y se forzó a sonreír, a pesar del hambre que sentía. El día anterior llevó de almuerzo una ensalada de apio, y el anterior a ese, lechuga. Se estaba saltando los desayunos y cenas a propósito y se trataba de mantener sólo con el almuerzo y agua. Sabía que no bajaría de peso lo suficiente, pero si perdería unos kilos y, tal vez, no sería tan desagradable.

Lo que le daba mayor miedo era eso: que JiMin le viera desnudo y le mirara con asco.

―Sí ―chilló, ocultando el rugido de su estómago―, ¡estoy a dieta!