El vuelo 571

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Hechos:
Los miembros del equipo de rugby amateur Old Christians Club de Montevideo en Uruguay tenían que jugar un partido contra el equipo de rugby Old Boys Club en Santiago en Chile. El presidente del club, Daniel Juan, contrató un bimotor turbohélice Fairchil
FH-227D de la Fuerza Aérea Uruguay para trasladar al equipo hasta la capital Chilena.
La aeronave transportaba a 5 tripulantes y 40 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto con algunos familiares y amigos. Había diez pasajes adicionales disponibles y los miembros del equipo invitaron a algunos amigos y familiares a acompañarlos.
El coronel Julio César Ferradas era un experimentado piloto de la Fuerza Aérea, con un total de 5117 horas de vuelo, habiéndose desempeñado como piloto de aeronaves tales como entrenadores avanzados North American T-6 Texan o Beechcraft AT-11 Kansan, bombarderos
North American B-25J Mitchell, o aviones de transporte Douglas C-47 Skytrain. Lo acompañaba de copiloto el teniente coronel Dante Héctor Lagurara, con más de 1000 horas de vuelo, y quien anteriormente se había desempeñado como piloto de combate en el Grupo de Aviación N.° 2 (Caza), volando aeronaves Lockheed T-33A y Lockheed F-80C Shooting Star.
La aeronave partió del Aeropuerto de Carrasco el jueves 12 de octubre de 1972, pero un frente de tormenta sobre la cordillera de los Andes los obligó a trasnochar en Mendoza en Argentina.

La aeronave partió del Aeropuerto de Carrasco el jueves 12 de octubre de 1972, pero un frente de tormenta sobre la cordillera de los Andes los obligó a trasnochar en Mendoza en Argentina

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El clima del viernes 13 de octubre también afectó el vuelo. Esa mañana, las condiciones sobre los Andes no habían mejorado, pero se esperaban cambios para las primeras horas de la tarde. El piloto demoró el despegue de Mendoza hasta las 14:18. Voló hacia el sur hacia la radiobaliza de Malargüe en el nivel de vuelo 180. Dante Héctor Lagurara le comunicó su posición por radio al aeropuerto de Malargüe y les dijo que a las 15:21 sobrevolaría los 2515 metros (8251 pies) de altura del Paso del Planchón, el punto de traspaso del control de tráfico aéreo de Argentina a Chile en el que los controladores de Mendoza transfieren el seguimiento del vuelo al control de tráfico aéreo de Pudahuel en la capital chilena. Una vez cruzadas las montañas en Chile, al sur de Curicó, la aeronave debería volar hacia el norte e iniciar su descenso hacia el Aeropuerto Los Cerrillos en Santiago.
El piloto Julio Cesar Ferradas había sobrevolado los Andes 29 veces anteriormente. En este vuelo, Julio Cesar Ferradas estaba entrenando al copiloto Dante Héctor Lagurara, quien era el piloto al mando. Mientras volaban por los Andes, las nubes cubrían las montañas. La aeronave, de matrícula FAU 571, tenía cuatro años y 792 horas de vuelo. Como algunos pilotos consideraban que al avión le faltaba potencia, lo habían apodado el "trineo de plomo".
Mientras el avión cruzaba los Andes, las nubes cubrían las montañas. Los pilotos creyeron erróneamente que la aeronave había sobrevolado Curicó en Chile.No se dieron cuenta de que las lecturas de los instrumentos indicaban que todavía estaba a entre 60 y 70 km de Curicó.
A las 15:21, pocos minutos después de sobrevolar el paso del Planchón, Dante Héctor Lagurara se comunicó con Santiago y notificó a los controladores aéreos que esperaba llegar a Curicó dentro de un minuto. El tiempo de vuelo desde el paso del Planchón a Curicó es normalmente de once minutos, pero sólo tres minutos después el piloto le dijo a Santiago que sobrevolaban Curicó y que viraban hacia el norte. El vuelo solicitó y obtuvo la autorización para iniciar su descenso. El controlador en Santiago, sin saber que el vuelo aún se encontraba sobrevolando los Andes por falta de cobertura de radar, lo autorizó a descender a 3500 metros. Un análisis posterior de su trayectoria de vuelo, encontró que el piloto no sólo había girado demasiado pronto, sino que además, había girado a un curso de 014 grados, cuando debería haberlo hecho a un curso de 030 grados.
La aeronave comenzó a descender antes de tiempo mientras aún sobrevolaba los Andes, impactando contra el filo de una montaña. Ambas alas y la sección de cola se desprendieron del fuselaje. El resto del fuselaje se deslizó por la montaña a una velocidad aproximada de 350 km/h, descendió unos 725 metros y se estrelló contra el hielo y la nieve del glaciar de Las Lágrimas a 3570 m s. n. m. en la cordillera de los Andes en el Departamento Malargüe, Provincia de Mendoza en Argentina, a 1200 metros de la frontera con Chile.

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