Fiesta de tres. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂𝗶𝘁𝗮 |

⎯ 13 ♡ ๋

Naruko estaba tan ocupada disfrutando de la conversación, que no notó la mano que una vez más se deslizó entre sus piernas ligeramente abiertas, es decir, hasta que los dedos comenzaron a acariciar los pliegues íntimos femeninos a través de la tela de sus pantalones.

Fue bueno que Naruko no hubiera estado masticando nada porque probablemente se habría ahogado con ello.

Hay que reconocer que logró evitar saltar de su silla, pero aun así no pudo contener el grito de sorpresa o el rubor que inmediatamente pintó sus mejillas.

"Oye, ¿estás segura de que estás bien?" Preguntó Hayate, notando el jadeo de Naruko y su rostro sonrosado.

"Sí, te ves un poco sonrojada otra vez. Frente". Agregó Anko. "¿Estás segura de que no te estás enfermando?"

"No, yo... yo..." tartamudeó la ninja de cabello rubio mientras intentaba discretamente sacar la mano de Shisui de su posición actual entre sus piernas. Sin embargo, él se resistió obstinadamente y, en cambio, empujó un dedo cubierto de tela contra su entrada.

Naruko lo miró con los ojos muy abiertos, suplicándole mentalmente que se detuviera, pero él solo la miró con grandes e inocentes orbes ónix. Llevó su mano libre a su frente y miró a todo el mundo como si realmente tuviera miedo de que ella se estuviera enfermando.

"Te sientes un poco cálida, Naru. Trabajas muy duro y tu cuerpo no puede soportar mucho".

Enfatizó "mucho" con un empujón más fuerte de su dedo, notando que sus muslos se sujetaban alrededor de su mano mientras lo hacía. "Vamos, te acompañaré a casa".

Con eso, Shisui retiró la mano ofensiva y se levantó para irse, arrojando algunos billetes sobre la mesa que cubrían tanto su comida como la de rubia. La forma en que actuaba de manera completamente casual y natural la exasperaba. ¿Cómo podía estar tan tranquilo cuando la había estado violando en público apenas dos segundos antes?

"Perdón por irme temprano." Shisui se disculpó con el grupo, tomando las muñecas de la aturdida mujer en su mano y empujándola firmemente hacia la salida.

"Está bien. Fue bueno verte de nuevo". Aseguró Hayate. "Espero que te sientas mejor Naruko."

"Sí, recupérate pronto rubia."

Naruko no pudo hacer más que decir un estúpido adiós mientras el Uchiha la guiaba hacia la calle y hacia su apartamento.

Testu inclinó su silla hacia atrás sobre dos patas y suspiró de nuevo. "Primero se quejan de ti, luego se enferman y tienes que cuidarlos. Las mujeres realmente SON problemáticas".

Tan pronto como estuvieron un poco lejos del restaurante, Naruko los llevó a ambos a un pequeño callejón lejos de las cada vez menos multitudes de la tarde y arrancó su muñeca del agarre del Uchiha para mirarlo con enojo.

"¿Qué diablos estabas pensando? ¿Por qué harías eso en un lugar público frente a tus amigos? ¿Y si nos hubieran atrapado?"

Shisui la miró divertido durante su arrebato, con una sonrisa engreída en sus labios que enfureció aún más a la ninja. Pero antes de que pudiera lanzarse a otra perorata, él pasó un brazo alrededor de su cintura y la atrajo hacia él agresivamente. Sus labios se sentían cálidos y suaves contra su oído mientras le susurraban seductoramente.

"Sí, pero ¿la posibilidad de que te atrapen no lo hace aún más divertido?"

Sí lo hizo. Le había subido la adrenalina y la había excitado extrañamente a pesar de que sus amigos estaban sentados allí en la misma mesa. Sin embargo, ella no iba a decirle eso.

"Si Anko se entera, mañana a esta hora estaría en toda la aldea. ¡No puedo creer que hayas sido tan descuidado como para palparme frente al mayor chisme de Konoha!"