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•El cuerpo•
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Las luces rojas y azules de los carros policiales iluminaron la desolada calle abandonada, la combinación de colores tintando las paredes de púrpura. Varios policías se bajaron de los autos, todos alzando sus armas en alto en caso de que el asesino al que tanto buscaban apareciera de la nada, aunque no era probable, por mucho que odiaran admitirlo, el asesino siempre era más astuto que ellos. Caminaron lentamente, acercándose a un callejón sin salida, lo único que podían escuchar era el sonido de sus propios zapatos chocando contra el asfalto mojado de las calles.

Linternas iluminaron el final del callejón. Las paredes grises y gastadas estaban salpicadas con un líquido escarlata que se escurría lentamente para formar charcos en el suelo. Una mujer se acercó con algo más de confianza que sus compañeros, atreviéndose a bajar su arma para inspeccionar mejor la atrocidad que le aguardaba. Con una mano cubierta por un guante de cuero se tapó la nariz, el pútrido olor de la muerte y la descomposición azotando su olfato.

Bastó con dar un solo paso más para finalmente descubrir la escena.

Un muchacho yacía muerto. Cada uno de sus huesos habían sido rotos y dislocados en posiciones anormales. Su cráneo estaba completamente destruido, trozos de su cerebro estaban desparramados por el asfalto, tintándolo de un desagradable color rojo. Sus ojos estaban salidos de sus cuencas y acompañaban al cerebro en el espectáculo del suelo. De su garganta brotaba una cantidad considerable de sangre, pues estaba degollada con el patrón de unas garras parecidas a las de un oso. Finalmente, lo que evidenció al autor del crimen con mucha obviedad, fue su estómago, que estaba abierto de arriba a abajo. Sus intestinos habían sido remplazados por dulces de todos los tamaños y colores. Habían hecho del pobre hombre una piñata.

_______ supo al instante lo que ocurría. Su amigo Laughing Jack había hecho de las suyas, y no con cualquiera, pues a pesar de estar completamente destrozado y teñido de rojo, la mujer reconoció aquellos mechones rubios como los de su ex novio.

Rápidamente los forenses rodearon la escena, tomando fotografías y muestras de todo lo que pudieran para analizarlas luego en el laboratorio. Cubrieron el cuerpo y rodearon el callejón con cinta amarilla.

-Pareces estar afectada- suspiró el señor Watson, acercándose a ______ y soplando el humo de su cigarro.

-Supongo que así es- admitió ella, no apartando sus ojos del cuerpo cubierto por un plástico blanco -Lo conocí.

-¿Eran cercanos?

-Mi ex novio.

El señor Watson alzó sus cejas, una pincelada de sospecha en sus ojos marrones.

-Pues parece que el asesino que tanto buscas se acerca a ti- volvió a soplar un poco de humo -Puede que finalmente logres atrapar a ese maldito. La idea es que lo caces, no que él te cace a ti. Te recuerdo que te queda solamente un mes.

-Si, señor...

Las nubes en el descolorido firmamento se partieron y lloraron larga y amargamente. Las gruesas gotas de lluvia comenzaron a estropear toda la escena del crimen, y con ello, evidenciaban lo que _____ sentía en aquel instante. Angustia, temor, ira, impotencia. No sabia qué hacer. Estaba segura de que perdería su trabajo y tenía los días contados, ¿qué sería de ella? ¿Laughing Jack cumpliría su promesa y la asesinaría? El pensamiento la entristeció un poco, y la confundió. Laughing Jack había jurado su muerte, pero, si en verdad aún la odiaba ¿por qué se tomaría la molestia de acabar con su ex novio? ¿Por qué la abrazaría y confortaría cuando lloraba? No tenía sentido, pero después de todo, tal vez Jack ahora la veía no como una presa, sino como una amiga.

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Al llegar a casa, empapada de pies a cabeza, ______ Brown no tenía un pensamiento en mente. Estaba agitada. Su jefe la había obligado a quedarse con los forenses para personalmente analizar la evidencia, lo que terminó quitándole tiempo hasta que dieron más de las dos de la madrugada.

Esta vez no pateó sus tacones para quitárselos, ya los llevaba en su mano. Ni loca subiría las escaleras del edificio en esos tacones, estaba demasiado cansada y no tenía intenciones de romperse el cuello.

Tenía los párpados cerrándose por voluntad propia. No alcanzó a llegar a su cama, pues se desplomó en el sofá y se esfumó al mundo de Morfeo, quien la recibió con brazos abiertos. Laughing Jack se acercó con curiosidad, ¿qué le pasaba? ¿Estaba enferma?

Acercó sus dedos a la frente de su amiga, no parecía tener temperatura, pero sí se dio cuenta de las oscuras ojeras debajo de sus párpados. Ese jefe suyo la había obligado a quedarse hasta tarde de nuevo. Intentó no enfurecerse demás y concentrarse en ayudar a su amiga. ¿Por qué quería ayudarla? Simple, ya Laughing Jack sabía la respuesta, porque la quería. Cualquier motivación inicial de asesinarla había quedado bien olvidada y enterrada, y ahora no podía ni siquiera imaginar lo que sería verla sin vida.

Se acercó al cuerpo de la muchacha y la sostuvo entre sus largos brazos por debajo de las rodillas y la espalda. Estuvo apunto de dejarla acostada en su cama e irse, pero lo detuvieron los brazos de _____, que se enrollaron en sus hombros mientras ella se acurrucaba entre sus plumas. Una suave sonrisa se formó en su somnoliento rostro, y esto provocó un cálido sentimiento en el interior del payaso. El problema era, ¿ahora cómo se la quitaría de encima? ______ se había aferrado a él y no parecía querer soltarlo.

Se sentó en el borde de la cama, su peso combinado con el de la mujer en sus brazos provocó que el colchón se hundiera un poco. A como le fue posible, el payaso soltó las manos alrededor de su cuello y dejó a _____ en la cama, cubriéndola con una manta para que no tuviera frío. Resultaba irónico y desconcertante a la vez ver a un ser como Laughing Jack en una situación así, pero el mismo desechó cualquier vergüenza y se encorvó para darle un pequeño beso en la frente antes de irse a hacer sus cosas mientras ella dormía ahora con una gran sonrisa plasmada en el rostro.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || ᒪᗩᑌGᕼIᑎG ᒍᗩᑕKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora