𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || ᒪᗩᑌGᕼIᑎG ᒍᗩᑕK

XVII

•En donde la dicha no termina•
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Las risas insufribles de Laughing Jill hacían eco por todo el bosque, apagando el ahogado sonido de ______ aferrándose a su vida. Laughing Jack la rodeaba con sus brazos, meciéndola para que no se apartara de su lado.

Una vez más el odio y el resentimiento comenzaban a apoderarse del corazón de Laughing Jack, y así como la vida de ______ colgaba de un hilo, sus colores también comenzaban a opacarse. En el instante en el que Jill estuvo frente suyo para continuarse burlando, no lo pensó demasiado para destruir su cabeza golpeándola contra el tronco de un árbol. No se detuvo hasta que en sus manos no quedó más que un desastre de sangre negra y pedazos de cráneo. El cuerpo de Laughing Jill fue dejado debajo de ese mismo árbol, sus extremidades aún retorciéndose hasta que no vivió más.

En fin. Solo había un lugar en donde Laughing Jack podía llevar a su novia y que se sanara. Debía llevarla con su propia especie, no había nada que él por su cuenta pudiera hacer.

En medio de la noche, usó su privilegio para no ser visto por nadie. La dejó en el hospital más cercano, y no estuvo tranquilo hasta que observó como unas enfermeras se apresuraban a conseguir una camilla, pues su estado era muy crítico y debían atenderla con urgencia.

______ pasó horas dentro de una fría habitación llena de herramientas raras y gente extraña, Laughing Jack no sabía qué le estaban haciendo, pero suponía que todo era por su bien. Estaba muy impaciente, prácticamente arrancándose la piel de sus uñas con los dientes. Nadie en el hospital podía verlo, solo los niños, los cuales al pasar a su lado lo señalaban asombrados, pero sus padres no veían nada y seguían con su camino.

El tiempo pasó, pero Laughing Jack no se fue ni descanso un solo segundo. Se llenó de alegría y esperanza al finalmente ver a _____ salir de esa habitación en una camilla, y siguió a las enfermeras que la llevaron a su cuarto. Espero unos cuantos minutos más a que las enfermeras se fueran, y cuando estuvieron solos, sus colores volvieron a tomar un encantador brillo debido a su alivio.

Con dulce palabrería el payaso cuidó de su querida ______, y al día siguiente, ella finalmente despertó, pero no todo estaba resuelto.

Interrumpiendo su momento de ser el primero en saludar a _______, unos policías entraron sin previo aviso. Laughing Jack ya los conocía, y sintió de nuevo como la ira burbujeaba en su interior. Acababa de despertar y ya la tenían para interrogatorio.

-Señorita Brown, lamento que sean estas las consecuencias en las que nos volvemos a encontrar- comenzó el señor Watson, sentándose junto a la camilla. ______ apenas lo observó con una mueca. No era precisamente a quien esperaba ver al abrir los ojos. -¿Le importaría decirme que sucedió?

-Yo... me caí- respondió débilmente. Si hubiera estado más consciente hubiera dicho una mejor excusa, pero al menos era mejor que admitir que una payaso imaginaria le arrojó un hacha a la nuca.

-Se cayó- repitió el oficial, claramente insatisfecho e incrédulo -Señorita, los doctores nos dicen que usted llegó con una herida grave en la nuca producida por un hacha.

-Me caí en un hacha.- afirmó la mujer, esperando que sus respuestas no fueran demasiado obvias.

-¿Y cómo se cayó en un hacha?- cuestiono de nuevo. Otro oficial a su lado escribía toda la conversación sin perderse un detalle, pero antes de que ______ pudiera responder, alguien más irrumpió en la habitación.