¿Puedo ser tu omega? 𝐁𝐢𝐧𝐬𝐚𝐧

✧ Uno

Los murmullos, sonidos y voces alegres se escuchaban por todo el hogar de los Moon. Era muy molesto y Moonbin estaba tentado a ponerse los aurículares para acallar las voces, pero desecho la idea, necesitaba saber cuando se fueran aquellos omegas para así poder salir y comer un bocadillo; su estómago rugía y eso lo ponía de mal humor. Un Moonbin sin comer era un alfa obstinado y amargado.

Tamborileo los dedos por su cama y tarareo una canción al azar. Moonbin ya estaba fastidiado y cansado de la misma situación cada fin de semana. Odiaba que Eunwoo fuera un estúpido prodigio que los omegas pedían como tutor, que calvario.

Llevaba unas horas recostado en su cama mirando el techo esperando que aquellos desagradables omegas se fueran, esto ya se había vuelto su rutina cada viernes y sábado. Había salido en ocasiones pero los olores y todo en ellos le producía malestar, pero lo que más le desagradaba eran las miradas apreciativas y sus murmullos de "Que guapo" le hacían un nudo desagradable en el estómago. Definitivamente había descubierto que los omegas y él no eran compatibles. Podrían ser hermosos y todo, pero Moonbin sentía que no había nacido para estar con un omega.

Era irónico, soltó una carcajada baja. Era un alfa y por naturaleza los alfas se emparejaban con omegas, pero ese no era su caso. Él los repudiada. Para Moonbin aquellos frágiles seres eran desagradables y requerían demasiada atención y mimos. Aparte sus olores lo tenían mareado todo el bendito día.

Desde que supo que era un enemigo mortal de los omegas les huía todo el tiempo. Lo más absurdo de todo es que su hermano Eunwoo era un omega, pero por una razón inexplicable de familia, Moonbin lo toleraba.

Se removió en sus sábanas y sonrió divertido recordando cuando en una cena familiar confesó con orgullo "Cuando decida buscar una pareja quiero que sea un beta. Espero respeten mi decisión" ante esas simples palabras la mesa quedo en un silencio sepulcral y después se armó un alboroto.

Su padre parecía consternado y no sabía que decir, su madre hablaba y hablaba "Son etapas. Moonbin se le pasará y amara a un omega" y Eunwoo sólo murmuró un "¿Es realmente mi hermano?... Yo creo que es adoptado" Su tío Jinwoo hizo comentarios sobre la aceptación y no discriminación sobre preferencias y decía muy alto "Los Cambiaformas lobos de ahora somos modernos. Se abren nuevos estilos; alfas y alfas, betas y omegas. No le veo lo malo" En cambio su tío Mj estaba estanciado con la situación y tomaba su copa de vino con una gracia de envidiar y en el proceso le guiño un ojo a Moonbin cuando alzó la copa y proclamó "Brindemos por la futura pareja beta de Bin. Que la diosa luna te traiga un buen beta mi niño" Sí, su tío Mj era genial.

Aún recuerda que en esa cena familiar se armó un alborotó y Moonbin en toda la cena se la paso comiendo y comiendo con una gran sonrisa. Amaba el caos. Amaba a su familia. Porque aunque fuera un alfa raro y eligiera a un beta ante un omega sabía que lo apoyarían sin importar qué.

La razón del por que había decidido que su pareja debía ser un beta es porque había convivido con algunos y su falta de olor y su temperamento relajado le agradaban. Era lo ideal para él.

Siguió rodando por la amplia cama. Suspiros salían y su estómago seguía rugiendo como un lobo feroz. Trataba de darse palmaditas y calmarle pero era imposible. Se sentó en la cama y miró la puerta como si estuviera liderando una batalla con la pobre puerta de madera, ¿Salir o no salir? Enfrentar omegas le daba jaqueca porque cuando entraba en la sala era la razón de que estos dejarán de mirar sus libretas y le mirarán atentos e interesados esperando que él los notará, Moonbin sólo los ignoraba. Estaba batallando con los pros y contras, bufó y se levantó, el hambre era más fuerte y sólo se dijo mentalmente "Los ignoro. Me preparo algo y subo. Fácil"

Giro el pomo y salió. Ya en el pasillo agudizó su oído pero no escucho ningún sonido de voces. Había un gran silencio. Era extraño. Hace rato se escuchaba el bullicio y ahora sólo quedaba la tranquilidad de la noche. Él estar perdido en sus pensamientos había servido de algo, sonrió más animado y bajo la escalera saltando el último escalón, su sonrisa se multiplicó y se dirigió a la cocina pero se detuvo de repente había un olor diferente en el aire y este inundaba toda la instancia.