XXIII. El Símbolo de la Paz

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Nos pusimos a caminar, dirigiéndonos a las calles que estaban llenas de gente para intentar camuflarnos ahí. Midoriya, Iida y Kirishima iban adelante para guiarnos; Bakugo los seguía de cerca y yo estaba atrás.

Ahora que por fin estábamos fuera de peligro, podía pensar mejor en todo lo que había ocurrido... en todo lo que me habían dicho. Me era difícil pensar en otra cosa cuando mi vida entera podría cambiar por eso. Mi madre viva... tenía que ser mentira.

Fruncí mi ceño, frustrada, y cuando levanté mi mirada, pude ver a Kirishima. Se había detenido solo para mirarme. Desvíe mis ojos.

"Murakami, ¿estás bien?" Preguntó.

"Sí." Asentí sin dudarlo. Más mentiras.

El pelirrojo se acercó a mí y en el momento en el que me di cuenta de eso, él ya me estaba abrazando. Mis ojos se abrieron como platos al sentir su tacto. No correspondí; no sabía qué hacer ni por qué me estaba abrazando, pero... se sentía bien.

"Estamos feliz de volver a verte, en serio." Dijo. "Y, aunque Bakugo no lo demuestre, también está feliz de que estés bien." Susurró.

Se separó de mí después de unos segundos con una enorme sonrisa en su rostro, esas que te reconfortan el alma y te hacen sentir como si todo realmente estuviera bien.

"Así que, sonríe Murakami, no te volveremos a dejar ir." Habló con confianza.

Solo con esa oración, la comisura de mis labios se elevó. Eso era lo que necesitaba oír; no importaba si era mentira.

"Gracias, Kirishima." Susurré.

Gracias por venir, gracias por no rendirte. Gracias por ser tan buen amigo.

Él asintió con determinación y continuó con su camino, esperando que yo lo siguiera y eso fue lo que hice. Iida y Midoriya también me sonrieron, eso me hizo sentir mejor.

Llegamos a la calle principal, en donde cientos de personas estaban evacuando. Los cinco estábamos siendo apretados y arrastrados por esa misma gente. Midoriya agarró mi mano como un instinto en el segundo en el que me alejé un poco de él por lo complicado que era caminar.

Tomé su mano para asegurar su agarre, aunque, unos minutos después llegamos al frente de la estación y ahí estaba todo más tranquilo, así que, tomarnos de la mano ya no era necesario. Midoriya soltó mi mano y sacó su celular cuando lo escuchó timbrar. Al ver el contacto, respondió de inmediato. Una voz masculina se escuchó del otro lado de la línea.

"Midoriya, ¿están bien allá? "

Esa voz... era la de Todoroki. Una pequeña sonrisa se escapó de mi rostro al oírlo. Eso significaba que estaba bien. El alivio se apoderó de mi cuerpo y solté un poco la tensión que sentía.

"Sí. ¿Y ustedes? ¿Pudieron escapar?" Respondió.

"Creo que sí. Escapamos por atrás, no nos vieron. Ahora, los profesionales nos ayudan a evacuar. "

"Bien." Asintió. "Estamos al frente de la estación. Creo que lejos de la onda explosiva. Pudimos salvarlos."

"Escuchen. No me salvaron." Bakugo espetó. "¡Yo decidí que eran la mejor ruta de escape!"

No puedo creer que siga siendo tan terco después de todo...

"¡Buena decisión!" Kirishima levantó el pulgar.

El pelirrojo se veía bastante relajado. Solté unas risillas al ver la cara feliz de Kirishima y la molesta de Bakugo, eran completamente opuestos.

De repente, Midoriya me acercó su celular. Ladeé la cabeza.

Héroes [Todoroki Shoto - BNHA - ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora