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Jennie sentía que iba a matar a cualquiera de sus hijos en breve. Los mellizos aún dormían y Hyejin no había sido lo suficiente valiente como para bajar a hablar con ellas a solas y eso solo hacía que su estrés aumentara.

ㅡAmor, le puede hacer daño al bebé ㅡreprendió Rosé al sentir el aroma amargo.

ㅡLo sé pero es que estoy tan enojada... intento mantenerme tranquila pero tus hijos no colaboran para nada.

La alfa la sentó en su regazo mientras la abrazaba con fuerza y rozaba sus dientes en la marca de unión. Los jadeos no se hicieron esperar y más pronto que tarde Jennie dejaba salir ronroneos y el aroma pasó a esas notas dulzonas que tanto hipnotizaban a la alfa.

Tiempo después, sus cachorros ingresaron a la cocina con las cabezas gachas y un atisbo de nervios filtrándose en sus aromas. Jennie los miró fijamente, sintiéndolos tensarse en el proceso y ni siquiera tuvo que hablar para que los tres se sentaran frente a ella y recitaran perdones a montones.

ㅡConfié en ustedes, ambas lo hicimos, y no les interesó el defraudar esa confianza. Si en sí no deberían consumir alcohol siendo menores de edad, le faltaron el respeto a la casa de los padres de su amigo y pusieron en peligro su integridad tanto física como mental.

Jennie realmente estaba decepcionada, podría atribuirlo a los cambios que su cuerpo estaba sufriendo pero siente que de cualquier forma hubiera reaccionado igual. Lo que ella siempre querría por sobre cualquier cosa sería que sus hijos contaran con ella ante cualquier duda y el saber que le ocultaron esto le dolía en el fondo del alma.

ㅡLo siento mamá, iba a tomar solo un par de cervezas pero cuando me dí cuenta estaba bailando sobre la mesa con muchos vasos encima ㅡsollozó Haneul con los ojos cristalizados.

Jennie suspiró sonoramente. Ella también había sido adolescente y había cometido errores de ese estilo. Era demasiado complicado ser madre y ver como las fallas que en algún momento vivió, ahora sus hijos las estaban atravesando pero no podía hacer mucho, debía dejarlos experimentar.

ㅡEstá bien, cachorro, pero que no se vuelva a repetir. Si algo les pasa yo... no podría. ㅡHaneul y Hanse la envolvieron en sus brazos, buscando el aroma de su madre.

ㅡEstamos bien mamá, prometo que cuide de él en todo momento, no deje que nadie se acercara ㅡmurmuró su hijo alfa.

Hyejin simplemente jugaba con su dedos sobre su propio regazo a la espera de que su regaño correspondiente llegara. Nunca pensó que por ayudar a sus hermanos su madre lloraría y ella probablemente estuviera en problemas.

ㅡIgual están castigados, un mes sin salidas. Y tú ㅡdijo Jennie señalando a su hija mayorㅡ aprecio que cuides y ayudes a tus hermanos pero no puedes actuar a nuestras espaldas. Te quedas un mes sin el auto, solo para ocasiones sumamente necesarias.

ㅡPero mamá...

La joven enmudeció frente al entrecejo arrugado de la omega y solo asintió antes de unirse al abrazo.

ㅡAhora vayan a prepararse, los tíos Hyung, Seulgi y Jisoo vendrán a cenar.

A veces era tan complicado ser madre, porque Jennie tenía presente que era demasiado fácil ser bueno, pero no lo era tanto ser justa. Debía guiar a sus cachorros por el buen camino, al fin y al cabo de eso se trataba el trabajo de ser madre, pero a veces todo el proceso lo sobrepasaba.

ㅡProméteme que cuando tú seas adolescente no me darás estos dolores de cabeza ㅡJennie se refirió a su vientre— o simplemente te llevaré con tus hermanos y dejaré que ellos hagan el trabajo pesado.

Rosé se desplazaba alegremente por la cocina, adoraba preparar diferentes platillos, incluso el aprender nuevas recetas le fascinaba, y si a esto le sumamos que lo hacía para sus seres queridos era todo un combo.

¿Se agranda la familia? | ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora