𝐄𝐒𝐂𝐋𝐀𝐕𝐀|ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇᴶᵏ

||CAPÍTULO 14||

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Las horas corren como un pequeño niño jugando sin cesar, somos pocos los que faltamos por el examen médico, pero desde que Hoseok traspaso esas enormes puertas no ha vuelto a salir, la habitación al parecer cuenta con insonorización, así que si grito por ayuda se me es imposible saber y mucho menos correr a su llamado, solo me toca esperar, junto con los demás, una larga, eterna y tortuosa espera. 

Aunque en el fondo, si no fuera por la incomodidad del vacío de mi estómago que ruge por alimento y el dolor que me causa al sentarme, todo fuera perfecto, ya que no ando en estos momentos bajo el sol picando piedras en una enorme cantera o ando abriéndome de piernas a un asqueroso alfa, solo se siente extraño el letargo de tranquilidad que experimento ahora. 

— ¡¿Por qué aún no han terminado?! 

Una iracunda Dae se abría camino por el pasillo dando pisadas tan fuertes que resuenan como las de un gran elefante africano, vuelco los ojos al ver su cara llena de desprecio, como si fuera un ser superior a nosotros y debiéramos rendirle tributo y respeto, simplemente patético, todo es patético aquí. 

— ¡Respondan!, ¡¿O acaso les sacaron sus malditas lenguas?!

Me levanto con dificultad del suelo donde he estado recostada a la pared en las últimas horas, hastiada de sus gritos ensordecedores a la que le deberían no solo cortarle la lengua si no más bien sacar las cuerdas vocales es a ella. 

— No sabemos, solo esperamos como nos han ordenado, ya la gran mayoría tuvo su turno, no hay porque hacer tanto alarde.

Respondí con fastidio y ella abrió los ojos con asombro al ver mi insolencia, al responder de una manera tan descarada y sin el mínimo sentido de tacto, después de todo yo no debería siquiera mirar a una persona tan honorable como ella, debería de retractarme y disculparme con una reverencia de cuerpo entero, si como no que espere sentada por eso.

— ¡¿Cómo te atreves chiquilla insolente a hablarle así a tu superior?!

La disputa es frenada con el sonido de las puertas cortando el aire de manera súbita, la alfa rubia de ojos esmeralda entra en escena, su enojo es palpable y se percibe en el ambiente, pero este solo es dirigido hacia una sola persona, la estúpida omega sirvienta que se cree la mismísima reina. 

— ¡¿Qué está pasando aquí omega?! — Dae tiembla en su lugar, pero su altanería le impide bajar la cabeza. 

— Solo reprendía a una de las próximas rameras del burdel que al parecer no conoce su lugar. 

Hablo con soberbia recalcando la palabra ramera como la cosa más baja existente, como si la palabra me calzara a la perfección, pero después de todo eso no es más que un futuro e inevitable hecho, seré una ramera, lo quiera o no. 

— La que al parecer no conoce su lugar eres tú omega — la palabra omega sonó como veneno saliendo de su boca — ¿Acaso no te dije que no vinieras hasta que terminará?

— Alfa, pero yo...

— Y ¿adivina qué?, ¡No he terminado! 

— Discúlpeme alfa, me retiro...

Dae se fue haciendo reverencia tras reverencia con la cola entre las patas. Adoro los finales felices.

La alfa soltó un soplido con fastidio peinando con sus manos su mojado cabello, que ni idea del porqué se encuentra así. Hoseok sale en igual o peor condición de la habitación, lo más raro de todo es que sale vestido con una muda de ropa de hombre costosa y un pequeño bolso consigo. Nadie dice nada y solo nos reservamos nuestros comentarios.

— Que pase el próximo. 

Hoseok me hace señas para que pase mientras él se va con los ya revisados. Mis piernas se apresuran a entrar antes de que la alfa cierre la puerta detrás de ella. La habitación se encuentra un poco desordenada, ha sido levemente modificada para el propósito del examen, me entretengo tanto repasándola con la vista que no me doy cuenta cuando mis pies tropiezan con una toalla tirada en el suelo que me hizo caer estrepitosamente. 

— ¿Estás bien? — su tono es amable y me extraña que una alfa me trate así y aún más cuando extiende su mano para ayudarme a ponerme en pie. 

Solo le respondí asintiendo con la cabeza, no quería meterme más en problemas por lo impertinente que soy.

— Puedes hablar, no soy alguien tan importante.

— Perteneces a la corte real, eres un médico de renombre y al final del día eres un alfa de alto rango. 

— Sigo sin ser alguien importante — de cierta forma es amable y humilde — Soy Kwan Sun, puedes llamarme como gustes y hoy seré tu médica. 

Me sentía sumamente rara al volver a ser tratada así, como un igual, algo dentro de mí se removía haciéndome sentir esa agradable sensación de calidez y no la amarga repugnancia del rechazo. 

— Puedes tomar asiento en la cama mientras preparo todo. 

— De acuerdo. 

La vi sacar un maletín con muchos bulbos de medicamento inyectable en él y tomar un kit de jeringas nuevas.

— ¿Puedo preguntar qué es?

Su expresión cambió por completo a una afligida con lástima — Es un madurante, la mayoría de ustedes no han presentado un celo completo y esta inyección hace que sus óvulos se pongan en su estado más fértil. 

— ¡Oh ya...!

— Los índices de natalidad han disminuido y como última optativa sugirieron el entrecruzamiento con la clase omega, luego de que se comprobará en un estudio que los hijos no heredaban los genes de sus progenitores. 

Ya decía yo que no se iban a andar arriesgando a que sus crías salieran como defectuosos omegas sin comprobar antes que eso era improbable. Bueno, por lo menos espero estar muy lejos de aquí antes de que sus planes de conejillos de India se cumplan.

— ¿Hace mucho que conoces a Hoseok? — no me esperaba esa pregunta de parte de ella y mucho menos que supiera el nombre de mi compañero.

— No mucho, nos conocimos cuando llegamos aquí.

— Ya veo...

— ¿Por qué preguntas?... disculpa no quise ser indiscreta.

Ella sonríe como tonta, como si la felicidad rebosara en su cuerpo, haciéndola saltar por las nubes.

— ¿Puedes guardar un secreto? — asentí con cierta intriga y ella siguió hablando — Hoseok... es mi mate. 

Eso no me lo esperaba, en el fondo intuía que ambos mantenían algún lazo, pero pensé que eran conocidos o algo por el estilo, pero son mates, parejas destinadas y ella... ella se ve feliz con eso, con un mate omega.

Continuará...

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