25 de Noviembre de 1989_
Las últimas noches fueron las peores:
Teo venía cada una de ellas,se quedaba conmigo mientras lloraba,y cuando me dormía,solo se iba. No lo veía durante el día,siempre nos estorbaban las horas,la gente,nuestros padres,o incluso familiares que llegaban de visita.
Todas las cosas que tuvimos planeadas,las debimos cancelar. Era obvio,ya no teníamos tiempo ni para nosotros mismos.Con mi madre,aún no veíamos qué había dentro de la caja que nos había traído el compañero de mi padre.
Y ahora estaba esa prima que no había llegado a conocer,pero que sabía que aún vivía.Era de noche,otra vez. Hoy estaba muy activa,no estaba para nada cansada,aunque hice actividades físicas por la mañana,y por la tarde. Tal vez,me aterraba saber que mi prima es una malvada,y te puede destruir con tan solo tres palabras.
Me sobresalté al escuchar tres golpes leves en la puerta. Con dudas,hablé:
-¿Si?-
-Diann,¿no comerás nada de postre?-preguntó la voz de mi prima Hayley.-
-No gracias,quiero dormir,estoy muy cansada.-mentí mientras tomaba una pequeña almohada y la apretaba contra mi abdomen.-
-Bien.Descansa.-dijo indiferente. No le contesté,y solo esperé a que se fuera.
Apreté con fuerza la almohada y tomé todo el aire que cabía en mis pulmones. Lo solté. Me sentí agobiada. Quería salir a caminar un poco. Por un largo tiempo.
Suspiré. Hacía frío,entonces cerré todo y me quedé en silencio,en lo oscuro de la habitación.Se escuchaba como hablaban cerca de mi habitación... Llegaba a sofocarme.
Quería que se callaran y me dejaran en silencio.
Cuando por fin lo hicieron,sentí mi respiración en toda la habitación,mientras se sentía el viento golpear contra las puertas del balcón.
Mis manos estaban heladas,aunque la habitación estaba en un ambiente soportable.
Y de repente me asusté con un sombra del otro lado de las puertas del balcón.
Teo. Pensé. Con un poco de nervios,caminé para ver. No me equivocaba. Era él.
No tardé en abrir el balcón y hacerlo pasar sin dejarlo hablar. Cerré todo nuevamente y me volteé a verlo.-
-¿Lo siento?-preguntó como si yo me llamara así.-
-¿Por qué?
-Supongo que te he "abandonado" en estos últimos días.-hizo énfasis en abandonado.-
-No hay rencores,joven Moon.-hice un chiste sin gracia. Hizo una mueca en un intento de sonrisa.-
-¿Cómo has estado?-susurró acercándose.-
-De hecho,y sin poder ser mentirosa contigo. Mal. Vino una prima de visita,y es tan...Irritante.-dije indiferente. Me abrazó fuerte,por un momento,que su calor hizo que mi piel se erizara.-
-¿Puedo decir algo sin que te ofendas?-preguntó en un susurro. Mis mejillas se ruborizaron.-
-Claro.-contesté.-
-Te he echado de menos.-habló entrecortado.-
-¿Cómo puede ofenderme ese comentario?-pregunté. Se alejó,y lo extrañé.-
-No lo sé,tal vez eras de esas chicas raras que se enojan por lo que podemos decir nosotros. O,tal vez eras todo lo contrario.-comenzó a hablar sin pausas.-