XXVI. Frustración

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«Mean»

Y entonces estaba tomando condición de nuevo porque dejé de correr por las mañanas hace mucho tiempo, iba a correr por todo el lago de Limago pero ahora solo por diversión, desde hace tres días que voy a toda prisa con ese par para tomar el autobús, aunque lo veo innecesario. Es jueves por la mañana, son las siete con veinte y subo por el elevador, estuve a punto de ponerme ropa para hacer ejercicio, pero recordé que me iba a ver muy ridículo porque solo eran un par de cuadras las que corríamos.

Al final acepté ir con ellos a correr, porque ayer por la mañana, Plan se negó a subir al auto o a ponerle ese líquido al suyo para que funcionara, así que ahí iba, dispuesto a correr de nuevo pero Kaia tenía que ser llevada por ambos al preescolar. No quería desaprovechar estos últimos días, aunque ella no lo supiera aún, no tengo el valor para decírselo en la cara. No sé cómo decirle que voy a irme, porque viéndo sus ojitos bellos, no iba a hacerlo. Ayer le pregunté a Plan sobre como podía decirle pero solo evadió el tema y me quedé callado.

¿Cómo iba a dejarla, si acababa de encontrarla?, Han pasado más de un par de meses pero para mí es suficiente para decirle qué daría mi vida por ella si es que lo necesita, desde el primer día, yo daría todo por su sonrisa y no importa como me llame, yo la amo con todo mi corazón.

Pero..
¿Iba a enojarse? ¿Y si ya no quiere hablarme?

Froto mi frente y mejor salí del elevador, ahora con la preocupación en mi pecho, tenía que decirle, porque simplemente no podía llamarle cuando estuviera por abordar o cuando estuviera en Zúrich cargando mis maletas.

"Mierda..."

¿Y si no voy?

Se que León estuviera muy molesto conmigo, diría que estoy loco, que no tengo más nada que hacer en Zúrich y mucho menos trabajando para su padre, pero es que él me lo ha pedido, se escuchaba tan preocupado al teléfono, diciendo que no encontraba a alguien de confianza que tomara el lugar de mi amigo y me ofreció el empleo con mucha amabilidad, me costó mucho decirle que si, pero se lo dije cuando muy desesperado dijo que tendría algunos pedidos importantes, y no había quien planificara y gestionara la calidad de todos sus productos, me daría el cargo de jefe de logística.

No me emociona...

Y es que tal vez, un tiempo lejos de aquí me cueste demasiado, no quiero dejar a mi hija, porque ¿Y si me necesita? ¿O ambos?, Pero... todos mis días desde aquella llamada para cambiar de país ha sido un "pero", revolviendose en mi mente miles de contras, porque si me voy, tal vez Kaia ya no me tenga el mismo cariño, a lo mejor me odie, y a lo mejor jamás me dirá papá. A lo mejor, a lo mejor, a lo mejor...

¡Mierda!

Todo pasa tan rápido pero a la vez tan lento dentro de mi que siento que voy a explotar.

O tal vez haría un bien en irme ¿No?, Así la familia de Plan dejaría de molestarlo, él ya no tendría más problemas, ya no tendría que lidiar conmigo.

Tal vez está bien que me vaya...

Dejaría a Plan por la paz, para que el fuera feliz con quién quisiera, porque siendo sincero yo jamás podré ser lo que él quiere, lo que pide, es crecer una familia que yo no estoy seguro llenar, pudiera, pero no es probable, es una moneda al aire que al final si fallo, iba a doler mil veces más.

No lo culpo, entiendo lo que soy, también se perfectamente que lo lastimé y jamás va a perdonarme, juro que lo intenté, puse todo de mi parte para llevarme bien con él, incluso hasta llegué a pensar que cuando las cosas iban mejorando, tener una oportunidad, lo pensé, claro que lo pensé, creí con toda mi estupidez que Plan podía sentir lo mismo, me ilusioné con una noche, imaginando que podía conquistarle de nuevo, hasta otra vez tener a aquel Plan que le apretaba las mejillas.

¡PAPÁ EN APUROS! MP ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora