XVIII. Precauciones

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«Plan»

Sábado por la mañana.

Y termino de enjuagar los platos que ocupamos hace un rato para desayunar, son las diez treinta de la mañana, hemos venido Kaia y yo a desayunar a casa porque ayer por la noche mamá me habló, diciendo que papá me pedía venir, porque extrañaba a Kaia y quería verla, claro que me lo dijo mamá, papá jamás diría eso en voz alta.

Así que aquí estamos, mi pequeña está con papá en la sala jugando con sus muñecas y jamás pensé verlo de esa manera, ni siquiera con mi hermana hacía eso pero como dicen por ahí, "los nietos te cambian".

Suspiro.

Se suponía que íbamos a pasar todo este día con Mean, pero no podía rechazar a mamá, hacía días que no veníamos y él lo entendió, dijo que podíamos ir a comer y pasar todo lo que restaba del día juntos, hasta que Kaia se quedara dormida.

Mañana se va...

Y no pude decir nada ayer cuando le dijo a Kaia que se iba, sentía su mirada para decir algo pero no pude, era una locura, nosotros no teníamos nada que hacer ahí y menos en un lugar que es otro mundo para nosotros, yo no dije nada, cuando le decía a Kaia que tenía que irse por trabajo, él me veía para que dijera algo, pero no lo hice. No puedo y creo que el tampoco puede quedarse.

-- ¡¿Te vas?! -- le veía llorando -- ¡¿Por qué P'Mean?! ¡Pero si ya se amarrar las agujetas! ¡No! ¡No quiero! ¡No te vayas!

-- Cariño.. -- besaba su cabello -- en verdad que quiero quedarme pero me necesitan... Solo es un tiempo... ¿Si? Esto es para que estén bien, P'Mean debe de ir porque eso hacen los papás, trabajar para que los pequeños solo se preocupen por jugar.

Le daba explicaciones pero en verdad que ella lo necesitaba a él.

-- ¡No! ¡No te vayas! ¡Papá dile que no! -- me veía llorando. -- ¡No! ¡No te vayas!

Le vi aferrarse a sus brazos y no soltarle hasta que sus ojos rojos, ya no podían salir más lágrimas y se quedó dormida. Cuando salió de la habitación al dejarla en la cama, me miró un buen rato hasta que dije algo.

-- Yo... Nosotros no... No podemos Mean.. -- le explicaba -- ahí, es un mundo diferente, aquí, aquí está mi familia, todo... Y... Se que es un tiempo pero.. no.. no podemos, ¿Me entiendes? Nosotros no somos como tú, estár ahí sería una locura... Lo siento, pero no puedo..

Medió sonrió.

Se fue ese día a casa y al otro fuimos por última vez a dejar a Kaia a clases juntos, ella no quería entrar al preescolar porque no dejaba de abrazarlo, era tan triste todo esto, que a pesar de que pasamos estos dos últimos días juntos todo el día, no vale la pena si al final va a irse por no se que tanto tiempo, ¿Eso cuanto es?, ¿Un mes? ¿Dos? ¿Hasta que la vida se acabe?

Dejo de ver por la ventana, ya hace un rato que e acabado pero mi vista está perdida en el árbol de enfrente.

-- ¿Qué pasa? -- mamá está a mi lado -- ¿Por qué tan pensativo?

Negué, le volteé a ver con otro rostro y medio sonreí.

-- ¿Mi hermana ya te ha dicho que no tengo empleo?

-- ¿Sabes? -- toma un poco de papel para secar la tarja -- hemos pensado tu papá y yo que si quieres volver un tiempo, en lo que todo se arregla, sería buena idea..

Sonreí.

-- Estamos bien. -- negué

-- ¿El papá de Kaia te ha ayudado? -- dice curiosa

¡PAPÁ EN APUROS! MP ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora